. – El silencio se impuso ante el bullicio cotidiano que se vive en el mercado 5 de septiembre y sus alrededores, debido a que los comerciantes acordaron fumigar el inmueble y los espacios que ocupan casetas, mesas y puestos donde venden de todo.

El administrador del mercado, Juan Blas, explicó que, de manera programada, cada periodo del año se fumiga dentro y fuera de la zona comercial del centro de la ciudad, con la finalidad de eliminar la fauna nociva y proteger la salud de las personas.

Desde la noche de ayer domingo, comenzó la limpieza y el rociado de sustancias químicas, y por esa razón, el mercado estará cerrado durante este lunes, pero mañana, en su horario normal, abrirá sus puertas, señaló.

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Comerciantes de carnes, lácteos, tortillas, abarrotes, flores y mariscos, ubicados en la parte baja, cerraron sus locales, al igual que quienes venden artesanías, ropa típica del Istmo y joyería fina, ubicados en la parte alta del mercado 5 de septiembre.

El silencio se impuso también en el espacio provisional para la venta de desayunos y comidas calientes. El grito de ¡hay caldo de res!, ¡caldo de pollo!, ¡mondongo!, fue guardado temporalmente. Mañana, esos ofrecimientos romperán la inusual quietud de hoy.

De la misma forma, toda la parte sur del mercado, donde los puestos de venta están a cielo abierto, amanecieron cerrados. Los tumultos de días de comercio, desaparecieron. Mañana, todo regresará a la normalidad, con gritos, empujones, jaloneos y regateos.

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