Juchitán.— Pobladores de la comunidad de Mogoñé, que pertenece al municipio de San Juan Guichicovi, así como de las ciudades de Matías Romero y Juchitán, piden al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) que restablezcan los pasos peatonales y vehiculares que fueron restringidos o eliminados tras la modernización de las vías férreas de las líneas K y Z, pertenecientes al Tren Transístmico.
En la pequeña localidad mixe o ayuuk de Mogoñé, enclavada en la zona norte del Istmo, los integrantes de unas 12 familias solicitaron a las autoridades de la Secretaría de Marina (Semar), que administra la operación del CIIT, que no confinen o aíslen a la población con una malla protectora de la estación ferroviaria, que alejará a los niños y niñas de sus escuelas.
Mediante un video difundido en redes sociales, los pobladores de Mogoñé, quienes desde el inicio de la rehabilitación de la Línea Z del tren que corre de Salina Cruz, Oaxaca, a Coatzacoalcos, Veracruz, mostraron resistencia ante la ausencia de información frente a los impactos ambientales y enfrentaron demandas penales no anunciaron acciones de protesta y sólo pidieron paso libre.
En la ciudad de Matías Romero, unos 10 mil habitantes de las colonias Hidalgo Norte y Sur, así como las colonias El Roble Poniente y La Oaxaqueña, se vieron afectados con el derribo del puente peatonal desde hace dos años, que la gente utilizaba para llegar al centro de la ciudad para ir a trabajar o al mercado.
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“Cuando estaba el puente, que atravesaba el patio de maniobras y la zona de los talleres, en menos de 15 minutos la gente llegaba al mercado o a su trabajo, ahora tenemos que salir una hora antes porque nos vemos obligados a caminar hasta un kilómetro para librar el cerco que la Semar colocó alrededor de donde construye lo nuevos edificios”, dice José Rasgado Calderón, habitante afectado de la zona.
Refiere que vecinos de la colonia Hidalgo se ha quejado porque con la construcción de un cuartel de la Marina y de los edificios que albergarán otras instalaciones ferroviarias, donde funcionaban los talleres de reparación de locomotoras y carros pulman, todas las viviendas se llenan de polvo y nadie se preocupa por remojar la tierra que se extrae de las obras.
“En Matías Romero es necesario que la Semar construya un puente peatonal y vehicular para facilitar la comunicación”, dice el señor José, un ferrocarrilero jubilado quien cree que el CIIT debe atender las necesidades de ese municipio, sobre todo en materia de salud y de educación superior, que son demandas añejas.
Con respecto a la Línea K, que se reconstruye desde Ciudad Ixtepec a Ciudad Hidalgo, Chiapas, a su paso por la ciudad de Juchitán, el CIIT restringió el paso peatonal y vehicular y por esa razón, las autoridades municipales atendieron el reclamo de la población y exigieron a la Semar que restablezca los pasos entre vialidades y los cruces del ferrocarril.
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El director de Obras del gobierno municipal, José Antonio Sánchez López, explicó que en la mañana de este lunes se reunieron con los mandos de la Marina, y acordaron retirar las restricciones a los pasos peatonales y vehiculares en cinco de ocho cruces. “Estamos proponiendo la apertura de otros cruces”, dijo.
