“Soy Jesús Miguel Ambrosio, nieto de la señora Ignacia Ambrosio que el día de ayer falleció en la comunidad de San Francisco Yatee, Villa Alta. Anoche llegué a la comunidad con prueba en mano de Covid-19, de que soy negativo, para que se me permitiera la entrada y poder darle sepultura a mi señora abuela que me cuido desde pequeño como su propio hijo”, señala el relato del hombre.
Según el denunciante, ni por llevar la prueba de que no padecía la enfermedad, ni porque avisó que iba a la comunidad, las autoridades municipales permitieron el ingreso, y no sólo eso sino que lo mandaron a encarcelar.
Además de los malos tratos, Jesús Miguel Ambrosio mostró un recibo de pago por la cantidad de 2 mil pesos por el concepto de multa “por no haber hecho caso a las reglas de la autoridad municipal de San Francisco Yatee”, mismo que firma Feliciano Salvador Matías.
Mientras que en el video se observa al hombre al interior de la cárcel, además de ve que personal de seguridad empujan a otro hombre, quien había acudió a dejarle una cobija al detenido.
“Sólo vino a dejarme la cobija”, se le oye repetir a Jesús Miguel en el video, mismo en el que narra lo que vivió desde la celda.
Ante la situación el denunciante solicitó la intervención de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), órgano autónomo que señala que durante la pandemia, de marzo de 2020 a la primera quincena de 2021, se han iniciado 250 expedientes de queja, de los cuales 52% estaño relacionadas con actos de las autoridades municipales.