El científico mexicano fue arrestado en Estados Unidos en febrero de 2020, acusado de espiar para Rusia y en febrero de este 2022 se declaró culpable. El expresidente de El Espinal, Hazael Matus Toledo, reveló que en la mañana de hoy fue contactado e informado por una persona que estuvo en el juicio. Me dijo, señaló, que vio al paisano apenado, tranquilo y con buena condición de salud. Luego de escuchar la sentencia, se retiró tranquilamente de la sala.
Todos en El Espinal, una pequeña población oaxaqueña de unos 10 mil habitantes, profesionistas y campesinos en su mayoría, comparten los deseos del excedió y quieren que Héctor regrese pronto. “Héctor siempre ha apoyado a la comunidad en todo, y la última vez que estuvo aquí, antes de ser detenido, nos planteó los proyectos de investigación para formar especialistas en salud, en infraestructura, en estudios de los fenómenos naturales como los sismos, entre otros”, señalan.
Una de las ramas de investigación que tiene el mayor interés del científico mexicano, es la de analizar el ADN de la población istmeña, con la finalidad de determinar a qué tipo de padecimientos puedan estar expuestas en condiciones de vulnerabilidad, con el propósito de orientar la atención médica preventiva con el respaldo de las universidades mexicanas y del extranjero, recuerda el expresidente Hazael Matus Toledo.
El centro de investigación impulsado por el científico oaxaqueño, señalan en la comunidad, se ubicará sobre una superficie de 35 hectáreas de tierras donde funcionó una planta procesadora de azúcar propiedad del gobierno mexicano, conocida con el nombre de ingenio José López Portillo, y que 20 años después fue declarada en quiebra y tras ser vendida al Grupo Machado, la planta fue desmantelada. Actualmente, en ese sitio se fundó una colonia de extrabajadores de la factoría.