“El Rastro está municipalizado, pero opera a marchas forzadas porque no tiene la capacidad para la que fue planeado, jamás se acreditó como un rastro TIF porque no cumplió con la normativa como tener un ganado de cierta calidad y no completaron en su momento el proyecto de una planta de desechos sólidos y de líquidos, como lo dijeron cuando lo inauguraron”, explicó el funcionario local.
Precisó que el rastro se mantiene porque el gobierno municipal está obligado por el Articulo 115 a mantener dicho servicio, ya que en la cláusula tercera se le otorga a los ciudadanos, además del derecho al agua, el drenaje o los mercados, el derecho a un rastro.
“El área de cerdos nunca funcionó, hay mucho material instalado, pero le faltaban las calderas, además de la corrupción, Sacre no tuvo voluntad política para acordar con los trabajadores del antiguo rastro y Dávila (2017-2020) nunca le invirtió porque no era su proyecto”, abundó Chávez Zavaleta.
Indicó que legalmente ya es difícil que proceda una auditoria, pero todavía es de interés público su rehabilitación, ya que el rastro debe cumplir con normas municipales y es supervisado por el gobierno estatal.
“Las máquinas que se usan se descomponen fácilmente, las operamos con calzador, podemos cumplir con la función porque se están matando pocos animales, pero la falta de maquinaria o inversión no nos da la posibilidad de crecer”, subrayó el también médico veterinario.
Sostuvo José Luis Chávez que se encuentra esperando a que llegue maquinaria para operar el área de bovinos, pero que están matando 50 vacas al mes cuando deberían matar alrededor de 500 por el tamaño de la edificación y el proyecto original. Precisó que para rehabitarlo necesitan al menos 7 millones de pesos.
De acuerdo con el documento de transparencia con número de oficio TM/1330/2018 y JRTM-0162/2018 de noviembre de 2018, que hizo pública el Consejo Ciudadano para el Seguimiento de la Función Pública de Tuxtepec, el gobierno municipal de Fernando Dávila, aunque no invirtió en el edificio, sí obtuvo ganancias de él.
Durante 2017 y 2018, reportó ingresos por uso de instalaciones del Rastro Municipal “tipo TIF” por un monto de 1 millón 64 mil 120.31 pesos, es decir, una cantidad promedio de más de 44 mil pesos por mes sólo durante ese bienio.
David Fridstein Flores, quien fue director de obras del gobierno de Antonio Sacre Rangel y candidato durante el actual gobierno de Irineo Molina para dirigir el Instituto Municipal de Planeación (Implan), sostuvo en 2019 que “el rastro se entregó operando en su totalidad en todas sus áreas, en dado caso que hubiera presentado fallas, estas observaciones pudieron ser señaladas en la entrega recepción de la administración entrante (de Fernando Dávila), pero no fue así”.