Renovación de autoridades en la nación ayuujk, ritualidad y autonomía en pueblos indígenas de Oaxaca
Las nuevas autoridades, mujeres y hombres vestidos con sus indumentarias tradicionales, toman protesta en una ceremonia solemne acompañada de música y rituales ancestrales
Tlahuiltoltepec.- “Desde que nacemos ya sabemos a qué venimos, a servir al pueblo, así que lo hacemos con mucho gusto. La gente puede pensar que es mucha fiesta, pero es parte de lo que vivimos cada año”, dice uno de los jóvenes que fue nombrado como vocal en la regiduría de Salud para este 2025. Junto con él otras 111 personas ofrecerán su servicio comunitario en Santa María Tlahuitoltepec, un pueblo de la nación ayuujk ubicado en la región de la Sierra Norte de Oaxaca.
En una ceremonia solemne, las nuevas autoridades, mujeres y hombres vestidos con sus indumentarias tradicionales de esta comunidad famosa entre los pueblos mixes (como también se les nombra) por ser cuna de músicos, entran en filas en la cancha municipal. Se forman a orillas de la cancha, mientras el resto de la población los observa y acompaña desde las gradas. Cada una de las palabras del acto es ayuujk, pues aquí casi 95% de la población son hablantes de esta lengua, según datos oficiales.
Las autoridades salientes ondean la bandera de su nación y de Bienes Comunales, para luego entregarlas a los nuevas servidores, todos los presentes cruzan los brazos como saludo a su bandera. Enseguida, entonan su himno, con la mano derecha levantada, mientras toca la banda filarmónica municipal.
La bandera ayuujk (mixe), con sus colores: verde, guinda y amarillo, representa las tres regiones en las que se divide la Sierra Mixe, una microrregión o un distrito de la Sierra Norte donde se ubican 19 pueblos o municipios habitados por esta nación indígena, una de las 16 reconocidas oficialmente como asentadas en territorio de Oaxaca.
En el centro está la madre tierra representada con un óvalo con la imagen de Konk Ëy y a su hermana, la serpiente, deidades ancestrales ayuujk a quienes se les rinde culto. Además, aparece el cerro Cempoaltépetl y la inscripción Kamapytï, un arco y cinco flechas que representan los 500 años de resistencia desde la llegada de los españoles.
Minutos después, de acuerdo a su protocolo comunitario, las autoridades salientes también ceden a las nuevas la bandera nacional de México, y enseguida cantan el himno nacional mexicano en español, en compañía de la banda filarmónica.
Al finalizar el acto cívico, en un gesto de armonía, respeto y cordialidad cada una de las personas de la autoridad saliente entrega el bastón de mando, el sello que oficializa sus actos y decisiones, las llaves de sus oficinas y mezcal a sus compañeros que los relevan para la administración 2025.
Durante el acto se presentan cada una de las personas con sus compañeras y compañeros con quienes compartirán en el cargo, además de las que estarán al frente de cada Secretaría, así como los vocales de las regidurías.
Previo al acto cívico, suenan los cohetes, mientras la banda filarmónica municipal de Tlahuitoltepec toca en las afueras de la iglesia, después de la misa del mediodía, en la que el sacerdote del pueblo ofrece una misa para las nuevas autoridades.
Cientos de autoridades
En Santa María Tlahuitoltepec, ubicado a 117 kilómetros de la ciudad de Oaxaca y con una población de casi 10 mil personas, según el Censo de población del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Cabildo municipal es integrado por el alcalde, una cargo tradicional, y hasta por el último vocal de todas las regidurías, por lo que en total suman alrededor de 112 personas.
A ellas se suman las autoridades agrarias, otros 48 integrantes, el cuerpo de seguridad comunitaria formado por cerca de 70 topiles y mayores de mando. En total, con otros cargos y las autoridades auxiliares, sólo en Tlahuitoltepec, cerca de 700 personas toman cada año un cargo comunitario durante 365 días.
Para este 2025 las autoridades entrantes fueron nombradas a finales del mes de julio pasado, y a principios de agosto, a mano alzada, en la asamblea comunitaria. A la semana de la elección, los integrantes asumen sus responsabilidades y comienzan con la planeación para tomar el poder el primero de enero, después del mediodía.
Celebran con comida para el pueblo
Es 1 de enero. Tras la ceremonia de transición, las autoridades entrantes ofrecen comida y cena en la cocina comunitaria. El día está por concluir. Para el cierre de la ceremonia de transición de poderes del pueblo ayuujk se realiza un baile ritual en forma de círculo, un baile al que están invitados todos.
“Tu invitas a tu pueblo a la convivencia del baile ritual, como parte de un compromiso con alegría. Es esta parte de la integración, en medio bailan los titulares. Y alrededor están también en círculo, la seguridad como los topiles y los mayores de mando”, explica Rubén Hernández, comunero y uno de los coordinadores de la radio comunitaria de Tlahuiltoltepec, quien ha asumido varios servicios comunitarios.
Ritualida de la comunidad
Antes de tomar el cargo, en Tlahuitoltepec las autoridades realizan una serie de rituales para pedir por el pueblo, además solicitando la sabiduría de conducir cada cargo durante el año.
Entre los rituales más importantes está el pedimento y la ofrenda al cerro del Cempoaltépetl, lugar sagrado para los pueblos ayuujk.
“Nosotros, como habitantes de este municipio, tenemos mucha conexión con el cosmos, es decir, hay una cosmogonía muy fuerte en cuanto el asumir un cargo, porque es una gran responsabilidad. Ofrendamos para que nos vaya bien durante el transcurso del año tiene, también hay un asunto del sincretismo, en el aspecto católico y que bueno, entonces se hace como toda esta comunión para pedir por la comunidad, por nuestros integrantes que conforman el Cabildo”, explica Rubén, quien ha fungido como topil y regidor, entre otros cargos.
En la ofrenda a Cempoaltépetl se comparten alimentos como tepache, mezcal, tortillas enchiladas con huevos, flores, velas, veladoras, copal y aves.
Sistema de gobierno comunitaria, parte de la autonomía
A diferencia del sistema de gobierno del Estado mexicano, para el pueblo ayuujk, así como otros de los 16 pueblos indígenas de Oaxaca, quienes adquieren un servicio comunitario, no son remunerados.
“Cuando nosotros nacemos, cuando viene un ser humano, un Mixe, tanto hombre como mujer, hay un discurso que se da primero. Que tenga el bienestar y el buen desarrollo en el aspecto físico y mental, pero también se le da como una consigna a este nuevo ser sobre servir a su comunidad”, indica el coordinador de la radio comunitaria.
En Tlahuitoltepec, una persona comienza con su servicio comunitario desde los 15 y 16 años: “Si uno está terminando la secundaria o la preparatoria y ya no se está estudiando, entonces ya puede ser nombrado”.
En esta comunidad, al igual que el resto de la región Mixe, los cargos son escalonados. Para ocupar el cargo de presidente municipal, alcalde, síndico o la comisaría de Bienes Comunales, deben de pasar al menos 13 cargos o servicios comunitarios.
Sobre este sistema de gobierno, el alcalde municipal Erasmo Hernández González indica que con él “se fomenta la relación humana, la comunicación, la convivencia y se genera la hermandad. Cuando la comunidad te nombra es porque hay una confianza y uno debe identificarse con el pueblo, conviviendo con ellos, y esto es parte de una resistencia”.
También, recuerda a los jóvenes que deben de asumir sus responsabilidades con la comunidad para aprender, “a veces, generan escritos que le echan salsa, pero no han probado cómo es el desvelo de estos días de trabajo, para que vayan fomentando esta cotidianidad de vida”.