En la ciudad de Juchitán, el sismo se sintió con un movimiento brusco, lo que causó alarma y miedo entre la población, pero las actividades se mantuvieron con normalidad en los mercados, las tiendas y en las calles.
Constantemente, la Coordinación Estatal de Protección Civil informa a la población istmeña que la entidad oaxaqueña se ubica en una zona de alta sismicidad, donde anualmente se registra el 50% de la ocurrencia de sismos en el país.
El sismo más letal y destructivo que se vivió en el Istmo de Tehuantepec ocurrió el 7 de septiembre de 2017, que causó la muerte de poco más de 60 personas, el desplome de más de 20 mil viviendas, y centenas de escuelas y edificios históricos sufrieron severos daños.