Tal ha sido el impacto de este clima extremo que ha mantenido 41 grados diarios con sensaciones térmicas constantes de 50 durante las últimas semanas, que los Servicios de Salud del estado de Oaxaca (SSO) han reportado seis personas fallecidas en la Cuenca del Papaloapan por posibles golpes de calor, cinco de ellas en Tuxtepec, cuyos resultados epidemiológicos siguen en espera, y una más en el municipio de Loma Bonita, ubicado a 30 minutos de la cabecera distrital, ya confirmada.
Para Israel Martínez Álvarez, jornalero agrícola de 27 años, los calores en junio son inusuales y han dejado estragos en las personas que se dedican al campo como él. Las altas temperaturas, además, han alterado su dinámica de trabajo y han expuesto a sus compañeros a malestares todos los días.
“Para aguantar el calor tenemos que empezar a trabajar a las 4:00 de la mañana, para completar la jornada laboral alrededor de las 10 de la mañana. Antes de que empezaran estos calores la jornada iniciaba a las 5:30, pero ahora ya alrededor de las 9:00 de la mañana el sol esta insoportable”, afirma.
Las opciones para Israel son pocas. Está casado y es papá de dos pequeñas, vive en una casa sencilla en El Porvenir, una comunidad que se encuentra en la frontera de Oaxaca y Veracruz y se encuentra a 18 kilómetros del centro de la cabecera municipal de Tuxtepec. Para llegar al campo donde siembra caña, debe trasladare 30 minutos desde su casa, antes lo hacía en bicicleta igual que otros jornaleros, pero ahora por el calor los dueños de los campos han tenido que implantar un transporte en camioneta.
“En bicicleta me hacía hasta una hora por los caminos de tierra, pero ya es demasiado cansado, el sol aprieta mucho a la hora de regreso”, para protegerse del sol sostiene que el sólo usa gorra y un pañuelo para cubrirse la cabeza, lo que sí ha modificado es que ahora se lleva una garrafa de cinco litros de agua para no deshidratarse, antes se llevaba cuatro litros.
Las jornadas de Israel son dobles. Además del turno de la mañana de siete horas, hace otro de 3:00 de la tarde a 7:00 de la noche, donde la actividad principal es la carga de camiones cañeros y el riego de los terrenos, que es la actividad más extrema porque la humedad es intensa por el horario.
Octavio Vázquez Roja es soldador. Por 10 años se ha dedicado a hacer techos, barandales y puertas, y en el último mes su trabajo ha cambiado de rutina. Él y sus compañeros trabajan ahora por ratos; lapsos de media hora y paran para tomar agua y guarecerse del sol.
“Tenemos que estar tomando agua y suero, y salimos a trabajar más temprano para no agarrar tanto sol. Llegamos a la chamba a las 6:30 de la mañana y salimos alrededor de las 3:00 de la tarde. Antes empezamos a las 8:00 y terminábamos a las 5:00 de la tarde”, comenta Octavio.
La parte más difícil, dice, es cuando ponen la lámina o tienen que soldar y el calor del mediodía no les permite ni siquiera concentrarse. Confiesa que está ola de calor nunca la había sentido antes, a pesar de estar acostumbrado a trabajar de esta manera de lunes a sábado, todo el año.
“Tenemos que tantearle, si vemos que no aguantamos, nos bajamos, aunque nos pongamos gorra o camisa gruesa el sol no se aguanta, además de que el fierro se caliente muchísimo, aunque nos pongamos guantes traspasa”, relata.
“No tenemos indicaciones de Salud de Oaxaca sobre el tema. Nosotros sólo podemos hacer exhortos a negocios y tenemos propuestas municipales de puestos de hidratación en los próximos días. Hemos tenido pláticas internas con personal que integra el Comité Covid a nivel municipal, pero reuniones con el sector salud estatal, no. Tampoco he recibido ninguna indicación”, explica Francisco Javier Hernández López, titular de Protección Civil municipal.