En la urvan viajaban ocho pasajeros, además del chófer y su ayudante. El vehículo quedó atascado mientras la corriente de agua incrementaba. Después de varios minutos, decidieron abandonar el vehículo ante el temor de que fuera arrastrado por la fuerza el agua y cayera en un acantilado. Los viajeros logran descender y finalmente la camioneta se perdió tras ocurrir lo que habían anticipado.
Sin embargo, Martínez Pérez asegura que en todo momento el conductor de la unidad estuvo más preocupado por la camioneta que por los pasajeros e incluso fue el último en que decidió abandonar el vehículo. Esta actitud, el abogado la calificó como negligencia del chofer, misma que puso en riesgo la vida de los pasajeros. De ahí, dijo, la intención de presentar una denuncia por tentativa de homicidio culposo.
También cuestionó la actuación del servicio de emergencias de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO) a través del número telefónico 911, porque afirmó que en más de 10 ocasiones llamaron a este número y quienes atendieron la llamada prometieron enviarles servicios de emergencia, a elementos de la Guardia Nacional, Bomberos, policías estatales, ambulancia y hasta una grúa. Ninguno llegó al lugar del accidente.
De la misma manera cuestionó la manera en que operan estas empresas de transporte de pasajeros bajo la complacencia y omisión de autoridades y dependencias del gobierno, como la Secretaría de Movilidad del Gobierno de Oaxaca (Semovi).
Lo anterior, porque durante los hechos y la actuación del chofer del vehículo, y posteriormente de los propietarios de la camioneta, dejó en evidencia que la urvan era un vehículo que no estaba asegurado y que operaba de manera irregular.