La algarabía cotidiana está ausente. No se oyen los gritos de cargadores de carretillas de mano anunciando “golpe” para abrirse paso entre la multitud, tampoco suenan los cláxones de los taxis, las voces de las flores que disputan a sus clientes se apagaron. Nadie ofrece tamales de mole negro o de iguana. Todo está en silencio.
Hace un año, recuerda Juan Blas, el administrador del mercado “5 de Septiembre”, los comerciantes cerraron 45 días a partir del mes de julio, cuando una primera oleada de contagios y fallecimientos golpeó la vida de las familias juchitecas. “Ahora, de nueva cuenta, se va cerrar el mercado cada fin de semana y los comerciantes venderán desde sus casas”, señaló.
Ante el cierre de este centro de comercio, el principal de la ciudad, desde la mañana de este sábado, a través de las redes sociales varias personas comerciantes empezaron a ofrecer sus productos. En grupos de WhatsApp, en Facebook y Twitter, ofrecen pollos, garnachas, tortillas de horno, pescados asados, tamales de frijoles con salsa roja, Guetabingui y totopos.
“Juchitán está considerado como el corazón comercial del Istmo de Tehuantepec y aquí vienen a realizar sus compras los paisanos de los municipios vecinos donde también hay fuertes contagios, como en toda la región istmeña y queremos frenar la movilidad de las personas”, explica el Director de Salud del gobierno municipal, Heber Vidal Sánchez.
Por ahora, dicen las autoridades, solo cerrarán los fines de semana el mercado. Dependiendo del curso de los contagios, valorarán si cierran los comercios establecidos que no son esenciales. Mientras tanto, elementos de las policías municipales y estatales suspendieron el viernes cinco fiestas que iban a realizarse en la vía pública. Hoy sábado, suspendieron otra más.