Pero sobre todo, señala el asistente de salud, la falta de voluntad para vacunarse se debió al miedo, al temor de que el fármaco no les sentaba bien, ellos no tendrían a quién acudir.
“Y si, nos daba reacciones, cómo le íbamos hacer, porque no nos explicaron y no tenemos médicos en nuestro pueblo, en caso de que nos dieran efectos secundarios”, dice Cornelio de Jesús sentado en una silla de madera vieja, frente a una mesa donde hay una impresora conectada a un panel solar.

Pese a los dichos de las autoridades de salud que aseguran que ya se “peinaron” a todas las localidades con la vacuna Cansino, la comunidad triqui Yutuzaní y decenas de personas de otros pueblos aún no reciben la vacuna.
Al igual que en Yutuzani, Unión de los Ángeles, otra comunidad triqui, se encuentran en las mismas condiciones, sólo que a 20 minutos menos de distancia; sin embargo, en esta comunidad las personas están vacunadas desde el pasado mes de septiembre.
“Por acuerdo de la asamblea determinamos vacunarnos. Luego que inició la pandemia le dijimos a los doctores que no acudieran a nuestra comunidad, para no contagiarnos, porque acá enfermarse es un lujo que no nos podemos dar. Y ya cuando inició la vacunación, vimos que no murió gente, por eso decimos inyectarnos”, dice, Aniceto Hernández, autoridad comunitaria de Unión de los Ángeles.

“Llevamos dos meses esperando que vuelvan a programar una jornada de vacunación a nuestro municipio, por ahora, no nos dan información”, sostiene Roberto Fernández Hernández, agente municipal de San Andrés Chicahuaxtla.
Salvador Sánchez Zeta, traductor e intérprete de la lengua triqui indica que él y un grupo de jóvenes tradujeron algunos materiales en las lenguas sobre los síntomas y cuidados para pacientes de Covid-19; sin embargo, sobre la vacunación contra este virus, no hay traducciones.
El pasado domingo 31 de octubre, la Secretaría de Salud informó que los estados con menor cobertura de dosis aplicadas son Chiapas, con 60%, Oaxaca, con 69% y Guerrero, con 70%.
Salvador Sánchez, el joven intérprete, por ejemplo, dice que ninguna autoridad de salud se puso en contacto con él para realizar algún trabajo de traducción.
“Hubo mucha desinformación, sobre todo en el sector de las personas que tienen más de 65 años y eso no ayudó para que muchos se vacunaran”, dijo.
En un recorrido por las comunidades Yutuzaní, San Andrés Chicahuaxtla, San José Xochixtlán y Unión de los Ángeles entre otras, EL UNIVERSAL constató que no hay ningún material informativo en lenguas indígenas sobre la vacunación contra el Covid-19. Las casas o centros de salud apenas se mantienen, el suministro de medicinas, médicos y la infraestructura son algunas sus mayores necesidades.

La pandemia reveló la falta de interés de las autoridades e instituciones para mantener informado a las comunidades indígenas, ya que no sólo no existe información de la vacuna contra Covid en lenguas, sino que, tampoco existe para la vacunación en general.
Al respecto, Abigail Castellanos García, activista del Centro Profesional Indígena de Asesoría Defensa y Traducción (Cepiadet), expone que en las comunidades indígenas no existen las condiciones para hacer frente a un brote comunitario de la pandemia: “No hay manera de acceder ni de apoyar a las comunidades con pruebas contra la covid. Entonces, si las personas no tienen la información sobre la utilidad de las vacunas, es difícil que decidan vacunarse”.
Esto es particularmente grave porque de acuerdo con los Servicios de Salud de Oaxaca, sólo en este año y hasta finales de agosto se contabilizaban 25 brotes comunitarios de la enfermedad en territorio oaxaqueño, como lo dio a conocer este medio.
“Sin la información en la lengua no se genera el interés, entonces, las personas no asisten a las jornadas de vacunación”, sostiene la activista.
Abigail Castellanos dice que es vital que las personas estén informadas, para que puedan tomar una decisión. “Además de los carteles, se deben aprovechar las radios comunitarias que es un medio que la gente escucha en las localidades rurales”, agrega.
Pese a los esfuerzos que han hecho algunas iniciativas en apoyar a las comunidades para que la información de la pandemia, principalmente sobre la vacunación pueda ser accesible, las personas aún carecen de esos datos y no se han vencido las barreras del miedo para que acepten vacunarse.