Juchitán, Oax. – En los últimos dos años, la variedad del maíz zapalote chico ha comenzado a ganar terreno y fortalecer su presencia en los surcos del campo istmeño. Los campesinos del sur de Oaxaca, están coronando sus esfuerzos iniciados hace 15 años, para salvar esa especie endémica.
En el marco del Día Nacional del Maíz, que se celebra este lunes 29 de septiembre, productores de maíz de Juchitán, Unión Hidalgo, Asunción Ixtaltepec, San Pedro Comitancillo, Santa María Xadani y San Blas Atempa, comparten sus retos, logros y dificultades en este proceso.
La defensa y recuperación del maíz zapalote chico, consideran los campesinos, tiene sustento no solo como variedad endémica de hace dos mil años, según los investigadores, sino porque es fuente de proteínas, textura, sabor, y olores únicos de las tortillas, totopos, atoles y tamales.
Lee también: ¿De qué está hecha la segueza, platillo originario de los Valles Centrales de Oaxaca?
Debemos cuidar nuestro maíz zapalote chico, porque cada año enfrenta el cambio climático, primero con lluvias tempraneras y después con lluvias tardías en pleno periodo de siembra, señaló el presidente de los ejidatarios de Asunción Ixtaltepec, José Manuel Jiménez Pérez.
Además de esas afectaciones del cambio climático, añadió, los campesinos enfrentan los altos precios de la maquinaria agrícola y como somos pequeños productores de dos hectáreas, no aseguramos el cultivo.
El representante de la organización de artesanos y campesinos del Istmo “Tona Tati” (Petrona Esteva), Tomás Chiñas Santiago, recordó que el entonces gobierno entrante de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), canceló los subsidios de seguros agrícolas por corrupción.
Para ganar terreno y fortalecer la planta nativa del zapalote chico, unos 20 campesinos que bautizaron su organización filial de Tona Tati, como “Xuba Binii” (Maíz Chico), están sembrando 50 hectáreas, produciendo 150 toneladas, de ellas, la mitad es para vender en semillas.
Las semillas, reveló Tomás Chiñas, tiene un riguroso proceso de selección que garantiza a los campesinos que, compran el litro a 20 pesos, siembren plantas nativas resistentes a plagas, viento o sequía. Esa es la fortaleza del zapalote chico.
En el Istmo, durante el ciclo de secas, unos 30 mil campesinos siembran cerca de 80 mil hectáreas de diferentes variedades de maíz, y durante el periodo de riego desde la presa de Jalapa del Marqués, que inició en mayo y terminará en noviembre, cultivan 10 mil hectáreas.
Por su parte, productores de diferentes comunidades del Istmo de Tehuantepec se reunieron en Unión Hidalgo, donde intercambiaron experiencias y conocimientos y reivindicaron la importancia de rescatar las semillas de maíz nativo y los productos alimenticios que de él se obtienen.
En el acto, la integrante del Consejo Directivo de Ucizoni y productora de a Totopos, Matilde Isidro, expuso diferentes variedades de Totopos combinados con epazote, tomate, frijol, mantequilla, camarón, semilla de calabaza y de coco.