De acuerdo con el reporte, el año con menos casos es la temporada 2016-2017 en la que se contabilizaron mil 609 casos y 180 muertes.
El documento refiere que de los 3 mil 729 casos, 51% son mujeres, mientras que los grupos de edad más afectados son los menores de nueve años y los mayores de 40 años.
Del total de enfermos por influenza desde el 30 de septiembre, 86% son del tipo AH1N1; 9% de la Cepa B y sólo 1% de AH3N2, mientras que 4% no ha sido tipificada.
“Los virus estudiados siguen sin presentar cambios antigénicos que alteren su virulencia o patogenicidad conocida, tampoco se ha identificado resistencia al oseltamivir”, destaca el informe.
La Secretaría de Salud explica que la mortalidad por este padecimiento se asocia a la atención médica tardía en 30.7% de los casos, así como a un retraso en el inicio de consumo de oseltamivir —fármaco para tratar la influenza— en 45.4% del total de los pacientes.
La ingesta tardía del medicamento generó complicaciones y muerte en pacientes que tenían padecimientos como diabetes, obesidad e hipertensión arterial.
La Secretaría de Salud recomienda a la población abrigarse y evitar los cambios bruscos de temperatura. La dependencia explicó que la influenza, también conocida como gripe, es una enfermedad respiratoria contagiosa provocada por los virus de la influenza. Afecta principalmente a la nariz, garganta, bronquios y, ocasionalmente, los pulmones.
La forma más eficaz de prevenir la enfermedad y sus consecuencias graves, indicó la secretaría, es la vacunación; otras recomendaciones importantes son el lavado de manos, evitar el contacto directo con las personas que estén enfermas, no tocarse la nariz, la boca y los ojos, así como limpiar las superficies de contacto más comunes en el hogar, en el trabajo o en la escuela, especialmente cuando alguien está enfermo.
Para atender esta enfermedad los médicos recetan antivirales, los cuales se diferencian de los antibióticos que tratan infecciones respiratorias ocasionadas por bacterias.