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De ese número, 223 mil 132 provienen de Estados Unidos, es decir, 99%, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
En la presente gestión suman, hasta julio de este año, 63 mil 743 menores de 18 años que regresan al país.
La Cancillería señala que la mayoría de los menores de edad que regresaron al país son originarios principalmente de Tamaulipas (21 mil 564), Michoacán (17 mil 29), Sonora (150 mil 907) y Oaxaca (15 mil 626).
Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), aseguró que se ha documentado que los menores de edad que son forzados a vivir en un país diferente al que han residido tienen graves afectaciones a su desarrollo, que se ven reflejadas en la forma de convivir, así como en su desempeño escolar.
En entrevista, señaló que muchos de estos menores repatriados tienen problemas con el lenguaje, porque a pesar de ser ciudadanos mexicanos “han vivido en un país y cultura diferente, un lenguaje distinto.

En este sentido, consideró que el sistema escolar mexicano no está preparado para incorporar a estos menores, porque aparte de la infraestructura física, se tienen dificultades para escribir, o en el caso de los profesores, para comunicarse adecuadamente con los menores de edad por sus necesidades en especial.
Pérez García agregó que otro aspecto fundamental a considerar es que estos menores no desean vivir aquí, “lo que genera angustia, incertidumbre y dificultad para desarrollarse”.
Juan Carlos Ruiz, director de la organización New Sanctuary Coallition en Nueva York, aseguró que una de las cosas prioritarias que tendrá que hacer el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, al asumir su cargo el próximo 1 de diciembre, será solicitar al gobierno de Donald Trump —presidente de Estados Unidos— un cambio de política migratoria, debido a que desde hace más de 30 años no ocurre una amnistía para millones de migrantes indocumentados que viven en ese país.
“Es urgente un cambio de política migratoria, hace más de 30 años que no existe una amnistía para regularizar a millones de paisanos que viven en Estados Unidos. Una de las cosas que debería hacer el próximo gobierno de López Obrador es pedir una política migratoria diferente, que, incluso, sería beneficiosa para ambos países, porque le ayudaría en el aspecto económico y de seguridad”, comentó Juan Carlos Ruiz.
Informó que en Estados Unidos hay una situación de emergencia de deportaciones por lo que el próximo 5 de septiembre en Nueva York, 100 familias de 25 entidades del país iniciarán una caravana rumbo a El Paso, Texas, para cruzar hacía Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se reunirán con sus familiares. Exigirán al gobierno mexicano y al estadounidense realizar un acuerdo para evitar que miles de familias sigan siendo separadas.
“Cualquier oportunidad es buena para hacernos escuchar, para que la sociedad y los políticos escuchen el sufrimiento por el que pasan miles de personas por estar separadas por políticas migratorias. Esta caravana es lo que busca: que nos escuchen y sepan lo que pasan cientos de familias por estar separadas”.
Agregó que esta caravana será recibida por el obispo de Saltillo, Raúl Vera, así como por el obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos, y por el padre Alejandro Solalinde.