Tanto Carmelina como Longino se caracterizan por participar en la defensa los derechos de los pueblos indígenas.
A través de Flor y Canto, la mujer que entregó el Bastón de Mando a AMLO organiza foros para difundir las problemáticas de las comunidades autóctonas, defiende los derechos de los pueblos originarios y presta servicios jurídicos a quienes han sido víctimas de tortura o han sido detenidos ilegalmente durante protestas sociales.
Como parte de su proyecto para cuidar este líquido vital, la activista ha señalado la presencia de la minería en los valles centrales de Oaxaca y la extracción excesiva de este recurso como las principales causas del agotamiento del agua.
A través de su cargo, el líder social se encarga de velar por los derechos de los habitantes Ayutla desde distintas perspectivas, pues organiza talleres de perspectiva de género y colabora con autoridades locales para mejorar el sistema de transporte y salud, entre otros desarrollos que beneficien a los pobladores.
De igual forma, a través de sus participaciones en distintos foros y eventos, Longino ha impulsado la creación del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, dependencia que será creada por AMLO para atender las exigencias de las comunidades originarias.