Diabetes, un mal que se enfrenta en familia

Martha, al igual que 16 millones de personas en el país, padece la enfermedad. Asegura que “cuidarse es el secreto de todo”

Martha Muñoz asegura que la fórmula para combatir la diabetes es una buena alimentación, seguir “religiosamente” el tratamiento y hacer ejercicio. Foto: Lucía Godínez / EL UNIVERSAL
Nación 04/11/2018 17:00 Perla Miranda Ciudad de México Actualizada 17:03

El miedo y los recuerdos invadieron a Martha Muñoz cuando le dijeron que tenía diabetes mellitus, la misma enfermedad  que mató a su mamá. Entonces dejó de prestar atención al médico, se remontó a los días en los que su madre era conectada a una máquina de diálisis porque sus riñones ya no funcionaban como consecuencia de “la azúcar”.

“Yo la vi sufrir, tuvo varios comas diabéticos, la dializaron, me tocó estar cuando le dieron la máquina”. La mamá de Martha forma parte de las 290 personas que cada día mueren por esta afección crónica, según datos de la Secretaría de Salud. Ella se convirtió en una de los 16 millones de pacientes diagnosticados en el país.

La mujer de 52 años asegura que la fórmula para combatir su enfermedad es una buena alimentación, seguir “religiosamente” el tratamiento y hacer ejercicio, para evitar complicaciones como insuficiencia renal crónica, ceguera, pie diabético y otras más. Agradece a su familia porque “se ha puesto la camiseta” con ella y la ayudan a llevar un mejor estilo de vida.

El próximo 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes. Este año el tema es la diabetes y la familia, por lo que Roberto Mora Huerta, médico endocrinólogo adscrito al Hospital General de Zona 48 del IMSS, llamó a los familiares de las personas con diabetes a crear una red de apoyo y no dejar al paciente solo.

“Muchas veces en las familias se tilda al paciente como quien debe llevar un plan de alimentación sano, pero todos deberían involucrarse, porque si él tiene la enfermedad es probable que también los hijos, hermanos y  papás la desarrollen. A veces se pide al enfermo cuidarse, pero cómo lo va a hacer si a un lado hay gente comiendo pan, hay que ser parejos”.

En los últimos 20 años la diabetes ha ocupado el primero y segundo lugar de mortalidad, y lo más preocupante es que conforme pasan los años se detecta en personas más jóvenes, según el Boletín Epidemiológico. En 2000 la diabetes ocupó el noveno lugar como causa básica de muerte, en 2012 subió al segundo lugar y en 2013 lideró la lista. En 2016 regresó al segundo puesto con 105 mil 574 fallecimientos.

“Es alarmante porque esta expectativa de muertes va a crecer y en personas que todavía son productivas. La diabetes se está adelantando, eso es malo para nuestro sistema de salud porque prácticamente son pacientes que entre los 50 y 60 años tendrán complicaciones y su productividad económica se va a afectar”, explicó.

Agregó que hace 10 años, México permanecía en el noveno lugar a nivel mundial de diagnósticos de diabetes, en la actualidad alcanzó el puesto siete. “Hoy hay 350 millones de individuos diabéticos en el mundo y se estima que para 2030 serán como 560 millones”.

Responsabilidad que evita complicaciones.  Ceguera, insuficiencia renal crónica, retinopatía diabética, infartos, amputaciones y embolias son algunas consecuencias de una diabetes mal controlada. Roberto Mora mencionó que no se alcanza un control porque los pacientes no se comprometen, “si hubiera un medicamento para que el paciente hiciera ejercicio, eso ayudaría mucho. Pasa bastante que cuando ya tienen problemas graves como la insuficiencia renal quieren llevar un régimen estricto, pero es algo que debieron hacer 15 o 20 años atrás”.

Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, reveló que 12% de los pacientes con diabetes, a pesar de conocer su diagnóstico, no toman tratamiento y no mejoran sus hábitos, a esto se suma que una  de cada dos personas no sabe que es diabético, por lo que no acuden a atención médica y la enfermedad avanza: “Existe la prediabetes, son individuos que tienen niveles de glucosa elevada en ayuno, pero que no cumplen con criterio de diabetes, en  10 años ellos serán diabéticos si no modifican sus hábitos”.

Han pasado cuatro años de que Martha fue diagnosticada, al acudir a una clínica familiar por malestares en la garganta le realizaron estudios del programa Prevenimss y su glucosa salió elevada.

“Me dijeron que era pre diabética, pero siempre sí resulté con la enfermedad, esto me ha traído complicaciones como divertículos que son como unos sacos en el intestino”, cuenta.

El experto en endocrinología advirtió que aunque una persona sea considerada pre diabética, puede presentar complicaciones: “Al momento de diagnóstico un 50% de los pacientes tiene daño en la retina del ojo, hoy le decimos que es diabético y lo mandamos a valoración y nos damos cuenta de que tienen daño a nivel ocular, 40% tienen daño de neuropatía diabética, es decir, cuando preguntamos si tienen dolor o ardor en el pie, ya lo tienen”.

Para Martha, la diabetes es como una materia escolar, “todos los días aprender a vivir con ella”, admite que al recibir la noticia de que era diabética se deprimió porque creyó que iba a morir como su mamá, “me impacté, uno no quiere tenerla, yo había dicho que nunca tendría esa enfermedad”.

Desde el día uno cambió su estilo de vida, “mis hijos empezaron a chiquearme, me llevaban cosas y les pedí que no lo hicieran, que si querían ayudarme me trajeran manzanas, espinacas, lo que pudiera comer sin dañarme”.

A pesar de que se considera una amante de los chocolates, aprendió a decir no, “a veces se te olvida que eres diabética, tienes antojos pero cuando los tengo enfrente digo no, pienso en mi mamá, en lo que sufrió y eso me hace frenarme, me doy la media vuelta y le pido a mi familia que me ayude a cuidarme, al menos que no coman enfrente de mi lo que no debo, también los invito a cuidarse, porque ese es el secreto de todo”.

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