Más Información

En incertidumbre, personal y pacientes de hospitales del Istmo de Oaxaca tras quedarse sin servicio de seguridad

Denuncian la construcción de departamentos en Puerto Escondido, sin manifestación de impacto ambiental
Asegura que siempre es de los últimos en llegar a los albergues, pero llega, más cansado que los que cargan mochilas al hombro, pero lo que trae en la maleta es todo lo que posee y no lo pudo dejar en su país, así que se aguanta y lo arrastra consigo.
Felipe pidió asilo político a México porque en su país salió huyendo ante las amenazas de muerte de parte de los asesinos de su antiguo patrón, ya que lo relacionaron con él por trabajarle por muchos años su finca. Él se dice inocente, pero para no arriesgar su vida mejor se sumó a la caravana y busca atravesar la frontera norte.
“Aquí andamos, perseguido, amenazado, pero con la esperanza de llegar a cruzar. El pueblo de México es muy amoroso y nos ha dado cobijo, no sé cómo pagarles, sólo portándome bien y no hacer ningún daño”, dice el hombre mientras se dispone avanzar 14 kilómetros más arrastrando su maleta hasta el albergue de Juchitán.
“Voy sólo y eso es difícil, es cierto somos muchos, pero yo siento que estoy solo, extraño mucho mi gente, además no llevo dinero, así que mejor aprovecho ahora que hay bus gratis”.
Antes de subir, Daniel preguntó al delegado de migración si en algún momento se arrepienten pueden bajarse del autobús, el funcionario le respondió que sí; todos se tranquilizaron y subieron hacia la garita.