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Con los cambios se incrementan los castigos a los delitos de mayor impacto en la actividad de ordeña de ductos; también se sancionarán conductas menores, como es el caso del robo de menos de 300 litros de combustibles, en este caso, con hasta seis años de cárcel.
El mismo legislador tuvo que emitir una Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos, pero ante el aumento sin freno de estos ilícitos, se decidió por endurecer las penas.
También, se combate con las penas más altas, a quien compre, reciba, negocie hidrocarburos; los resguarde, transporte, almacene, distribuya o los oculte, así como a quien altere o adultere esta línea de productos o hidrocarburos.
El huachocoleo es sancionado con base en una tabla de volumen de producto robado, y las penas, en todos los casos, se incrementan: como mínimo con cuatro y hasta seis años de cárcel y multas de 4 mil a 6 mil UMAs. Los castigos más altos en este renglón de la cadena delictiva serán de 12 a 17 años de prisión, que se derivan del robo mayor a 2 mil litros de combustibles y con multas de 12 mil a 17 mil UMAs.
Por menos de mil litros robados, la pena es de seis a 10 años de prisión, con multas de 6 mil a 10 mil UMAs; por menos de dos mil litros robados, la pena a imponer será de 10 a 12 años de cárcel, y multas que van de los 10 mil a los 14 mil UMAs.
En el caso de más de 12 mil litros, la pena serán de 12 a 17 años de privación de la libertad y 12 mil a 17 mil UMAS, y cuando el volumen de lo robado sea incuantificable el juez tomará este nivel de castigo para dictar sentencia.
También, se castigan en la ley disponer de bienes inmuebles de la industria petrolera para la comisión de los delitos de robo de combustibles, por lo que también se incluye el daño que pueda ser causado a contratistas, permisioanrios, distribuidores o asignatarios.
Serán considerados como agravantes cometer estos delitos con violencia, participación de servidores públicos, ocultar conocimiento de delitos, vender petrolíferos sin “marcadores”, usar terrenos para instalar tomas clandestinas, alterar sistemas de medición de ductos, así como financiar estas conductas.