Zona arqueológica de Monte Albán recibirá 1 mdd para atender daños por sismos

La organización World Monuments Fund destacó que la donación tiene como objetivo sumar esfuerzos para la restauración y conservación de este sitio arqueológico, que es uno de las más importantes de Oaxaca

Foto: Cortesía del WMF
Nación 09/05/2018 16:22 Abida Ventura Actualizada 17:45

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La zona arqueológica de Monte Albán, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, recibirá un apoyo económico de un millón de dólares del World Monuments Fund (WMF) para atender los daños que el sismo de septiembre pasado dejó en unas 15 estructuras del sitio.

El WMF, una organización privada, internacional, dedicada a la preservación de sitios de arquitectura histórica y patrimonio cultural en el mundo, anunció hoy esta donación que tiene como objetivo sumar esfuerzos para la restauración y conservación de este sitio arqueológico, que es uno de las más importantes de Oaxaca.

Debido a los daños registrados por el sismo, la zona arqueológica fue incluida en la lista 2018 del World Monuments Watch, iniciativa que tiene como fin llamar la atención internacional hacia los sitios del patrimonio cultural amenazados o en riesgo por desastres naturales. “Quince estructuras dentro de Monte Albán y la sección norte de Atzompa fueron afectados por un devastador terremoto en septiembre de 2017, cinco de ellos presentan daños severos y requieren apuntalamiento estructural de emergencia para evitar el colapso”, indica el WMF.

Lisa Ackerman, directora de Operaciones y Vicepresidenta Ejecutiva del World Monuments Fund, dijo a EL UNIVERSAL que el proyecto comenzará en julio de este año y detalló que el apoyo a esta zona arqueológica se da después de evaluar una serie de sitios dañados por los sismos de septiembre. “Monte Albán fue destacado como uno de los más vulnerables”, señaló.

Añadió que también fue elegido por ser un Sitio Patrimonio Mundial que “incorpora valores universales excepcionales que dan cuenta de los grandes logros de la cultura zapoteca”, además de que se trata de un destino turístico importante que contribuye a la economía local.

Ackerman indicó que las estructuras del sitio presentan daños por los sismos de septiembre, pero también han acumulado afectaciones por movimientos telúricos del pasado, por lo que este proyecto también representa una oportunidad para realizar estudios geotécnicos con el fin de entender el comportamiento de los edificios y hallar alguna medida de prevención para protegerlos de futuros desastres naturales de este tipo.

El proyecto se hará con la colaboración del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y participarán estudiantes del último semestre de arquitectura e ingeniería, quienes realizarán un trabajo de investigación y documentación en una primera fase.

“Durante más de cincuenta años, World Monuments Fund ha ayudado a restaurar edificios y lugares que definen los valores de una comunidad después de desastres naturales. Ahora tenemos la oportunidad de salvaguardar uno de los sitios arqueológicos más importantes de México al tiempo que empodera a su comunidad”, dijo Joshua David, Presidente y CEO del WMF.

La organización dijo que el proyecto es posible gracias a las aportaciones económicas de American Express, del empresario Roberto Hernández Ramírez, la Fundación benéfica Robert W. Wilson y las donaciones adicionales de la Charities Aid Foundation de Canadá y la Fundación Mary Street Jenkins.

Diego Gómez Pickering, Cónsul general de México en Nueva York, también declaró que esta colaboración permitirá “devolver la esperanza y el optimismo a la gente de Oaxaca, y a aquellos para quienes Monte Albán es un motivo de orgullo”. “Los sitios culturales dañados durante esta tragedia no pertenecen solo al pueblo mexicano, pertenecen a la humanidad”, añadió.

Después de los sismos de septiembre, Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador Nacional de Arqueología del INAH, reconoció que Monte Albán fue la zona arqueológica más afectada por los eventos sísmicos. Indicó que el sitio registró daños graves en una de sus estructuras y derrumbes en el Juego de Pelota. “Si no se atiende, se puede volver algo muy grave, podemos hablar de colapsos”, advirtió en octubre.

El arqueólogo señaló que una de los edificios más dañados era la Estructura A de la Plataforma Norte del sitio, la cual se había deslizado unos milímetros por los movimientos del sismo. La estructura sufrió algunos desprendimientos y fisuras.

En el Juego de Pelota se cayó parte de un muro y se restringió el acceso a esa área.

 

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