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“En ello deben involucrarse también elementos como el gusto, el placer y la compañía, pero eso ya no pasa”, afirmó Ana Berenice de la Barrera, responsable del subprograma de Apoyo a la Docencia en Alimentos del Programa Universitario de Alimentos (PUAL) de la UNAM.
Dado que el costo de los alimentos procesados es elevado, generalmente no se ingieren con tanta frecuencia en zonas rurales, como en las urbanas; no obstante, en sitios como Chiapas sí se ha visto un incremento en el consumo de bebidas carbonatadas, dijo.
Esa norma fue escrita en conjunto por las secretarías de Salud y Economía, porque también incluye las características que se deben revisar en aduana para que los productos importados puedan ingresar y para que la población conozca la información de los mismos. Establece requisitos generales que debe cumplir el etiquetado, para quién es obligatorio y cómo se debe declarar.
Con esa modificación se pretendió regular a las cooperativas de las escuelas primarias y se comenzó a poner topes en la ingesta energética. “Sin embargo, la industria respondió de una manera interesante, pues ante la limitante de no más de 50 kilocalorías por envase, la estrategia fue hacer presentaciones con menor cantidad.
“Por ejemplo, un jugo pasó de 250 mililitros y 84 kilocalorías, a 125 mililitros y 42 kilocalorías, a un menor costo; sin embargo, el niño llega a la cooperativa de la escuela y pide dos juguitos; no sólo gasta más, sino que consume la misma cantidad de producto y desecha dos envases. Es necesario generar conciencia de la forma en que consumimos y por qué permitimos ser manipulados de esta manera”.
La universitaria sostuvo que es importante buscar la lista de ingredientes del producto, pues al entender cómo viene estructurada se puede conocer la calidad del alimento.
En el PUAL se realizan, al menos, dos cursos al año con esta temática y otras, como nutrición, historia de la gastronomía, sistemas de gestión e inocuidad, o compras inteligentes, y se dirigen a cualquier consumidor interesado y a los trabajadores de la industria de alimentos.
jpe