México, primer lugar en obesidad y sobrepeso
OCDE informa que 72.5% de la población sufre de estos padecimientos. El organismo indica que en la última década el porcentaje subió 3.3%
México tiene la tasa más alta de sobrepeso y obesidad en mayores de 15 años, advirtió la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su informe Panorama de la Salud 2017.
El 72.5% de la población en la nación tiene esos problemas, de los cuales, 33.3% tiene obesidad y 39.2% sobrepeso. En los últimos 10 años el porcentaje de población obesa se incrementó 3.3%; no obstante, Estados Unidos continúa siendo el país con mayor población con ese mal, 38.2% tiene esta condición. La tasa de México supera en 18.6% a la media de los 34 países de la OCDE, la cual es de 53.9%. Además, 19.4% corresponde a obesidad y 34.5% a sobrepeso.
“Las altas tasas de obesidad son uno de los principales problemas de salud pública”, subrayó el organismo. La obesidad está reduciendo drásticamente la calidad y esperanza de vida en México, al constituir un factor de riesgo para muchas enfermedades crónicas, indica la OCDE. A pesar de que reconoce avances en la política pública. “Nuestro país tiene la prevalencia más alta de diabetes entre los países que conforman el organismo, 15.8% de los adultos la padecen, cifra que es más del doble del promedio de la organización de 7%”, afirma.
“Los altos índices de obesidad, junto con otros factores, por ejemplo, el poco avance en la reducción de mortalidad por padecimientos circulatorios, las altas tasas de muertes por accidentes de tránsito y homicidios, así como las persistentes barreras de acceso a la atención de calidad explican las razones por las que las ganancias en esperanza de vida en México se han desacelerado en años recientes”.
El 14 de noviembre del año pasado la Secretaría de Salud emitió la declaratoria de emergencia epidemiológica por diabetes, sobrepeso y obesidad.
Acciones del gobierno
La organización refiere algunas de las acciones que la República ha puesto en marcha para atacar el problema, como son el pago de impuestos por bebidas azucaradas, la colocación de etiquetas con información nutricional en los productos alimenticios y una mejor regulación de los alimentos anunciados para los niños. Resalta que desde la aplicación del impuesto a las bebidas azucaradas en 2014, la compra de refrescos bajó, en el primer año se observó una reducción de 5.5%, seguida de una baja de 9.7% en el segundo año; quienes más redujeron su consumo fueron las familias más pobres.
“Combatir la obesidad requiere más que una sola medida preventiva, puesto que únicamente se conseguirá un cambio fundamental implementando estrategias de amplio alcance que aborden múltiples factores determinantes de salud a la vez”, subraya.
Indica que la esperanza de vida en México es una de las más bajas de la OCDE, debido a los limitados recursos disponibles para la salud, lo que deriva en el acceso y la calidad de la atención.
En 2015 la esperanza de vida al nacer era de 75 años, el promedio en los países miembros de la organización es de 80. “Si bien la esperanza de vida ha aumentado considerablemente desde 1970, el avance se ha desacelerado desde principios de la década de 2000”, dice.
Reducen factores de riesgo
Aunque México tiene la proporción más alta de población con sobrepeso y obesidad de la OCDE, ha reducido otros factores de riesgo para la esperanza de vida como son la tasa de consumo diario de tabaco, que es una de las más bajas de los países miembro, al situarse con 7.6% el promedio de la organización es de 18.4%.
El consumo del alcohol también es poco, de 5.2 litros anuales por persona, contra 9 litros que es la media de los países del órgano. Sobre el gasto en salud, indica que el de México es cuatro veces menor que el promedio de la OCDE, con mil 80 pesos por persona mientras que el de la organización es de 4 mil pesos; el organismo advierte que no basta con asignar más recursos, sino gastarlos “con inteligencia”.
Algunas de las consecuencias, menciona, del gasto relativamente bajo del gobierno en salud son un peor acceso a la atención y una alta carga financiera para las familias. En México el gasto de bolsillo permanece alto: 41% del general en salud, el segundo gasto más alto en la OCDE y el doble del promedio de la organización de 20%. “El sistema de salud del país enfrenta ineficiencias y sigue sumamente fragmentado, puesto que distintos subgrupos ofrecen diferentes niveles de atención a diferentes grupos de personas y a precios diferentes. Es un aspecto del sistema de salud de México que es esencial mejorar”, apunta.