“El México que queremos es posible, pero requiere fundamentalmente de un gobierno que trabaje con honestidad y eficacia de la mano de todas las instancias que conforman a la sociedad”, les dijo Robles Ortega.
Según los obispos, no tuvieron un encuentro con el aspirante independiente Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, puesto que no hubo tiempo de hacerle una invitación, luego de que el tribunal electoral determinó que el INE lo registrara como candidato a la Presidencia de la República. No se descartó que más adelante haya un acercamiento con él.
“Más que un jefe de gobierno, necesitamos de un jefe de Estado capaz de orientar con firmeza y suavidad los esfuerzos de la sociedad y el gobierno, con una mirada de largo alcance, en este marco nacional e internacional que nos desafía. Además de estrategias y modelos de gestión, requerimos de la configuración de presupuestos civilizatorios, capaces de impulsar un desarrollo humano, sostenible, integral y solidario”.
Creemos que pueden ser el gran “campanario” para llamar a todos a cumplir su misión histórica, más allá de egoísmos, intereses propios, de visiones reducidas o fragmentadas de la realidad. No es tampoco el momento de crear mundos ilusorios, que quizá con el tiempo,puedan generar mayor frustración social.
Dijo que es tarea de la sociedad “levantar” una reforma política que construya instituciones de gobierno más estables y creativas frente a los desafíos que presenta el contexto mundial, en los que se renueve la visión partidista y se valore la interacción con la sociedad civil, el empresariado, el mundo del trabajo, así como la vida académica y cultural, con lo que estos sectores sean corresponsales e incluyentes.
“No podemos concebir un orden social basado en la impunidad, la corrupción, la inseguridad, la violencia y la cultura de la muerte. Todos estamos llamados a rendir cuentas de nuestros actos. Creemos que este es uno de nuestros grandes desafíos nacionales, pues este país no puede ser ‘una casa para todos’”, enfatizó.
El prelado resaltó que se requiere la construcción de un México más justo, solidario y participativo, en el que se implementen mecanismos para promover la participación social, con el objetivo de involucrar a la sociedad civil en el abatimiento de problemas como la pobreza y la violencia.
Robles Ortega subrayó que existe “indignación y graves realidades de exclusión que nos sacuden y violentan”; no obstante, dijo que México no puede fragmentarse “en juicios parciales, ni viscerales”, sino que se trata de una nación “con un gran pasado, un presente desafiante y un futuro lleno de oportunidades”.