—Teníamos muchos años con las mismas leyes. Ha sido un proceso importante e histórico para México, hoy nadie se puede quejar, todos deben estar contentos porque dimos un paso trascendente a la democracia sindical. Hoy se da un paso a la libertad, pero no al libertinaje.
Al empresariado se le consideró por ser el motor de la economía. Ya no se podrán firmar contratos de protección en lo oscurito, como sucedía en el pasado. Hoy el empresario ya no le dará dinero al líder sindical para concluir contratos colectivos de trabajo.
Ahora la vamos a discutir en el Senado, sin prisas ni hostigamientos, y con eso demostramos que no hay presión de Estados Unidos. México es un país libre y soberano, pero tenemos que cumplir con el T-MEC, como han cumplido los otros dos países.
—Las Juntas de Conciliación y Arbitraje van a pasar al Poder Judicial, porque una junta, más allá de conciliar, juzga quién tiene la razón, y con eso avanzamos en tres temas: los funcionarios de Conciliación ya van a poder ser juzgados si tienen un contubernio con todos los coyotes, lo que le cuesta el doble al empresario.
Segunda, ya no habrá membretes de sindicatos sin gente, como los hay en las Juntas Locales.
Tercero, se regula el outsourcing, el cual no permite que el trabajador tenga antigüedad, pues cada tres años cambian de razón social, además de que evaden al fisco, al Seguro Social, Infonavit y amuelan al trabajador.
Vamos por un sindicalismo que beneficie al empresario, que permita transparentar las cuotas de los trabajadores a sus sindicatos.
No se tocó el artículo 372 de la Ley Federal del Trabajo, por lo que los extranjeros no podrán entrar a las directivas de los sindicatos.
Hay quienes dicen que se vulnera la autonomía de los sindicatos...
—No es así. Quienes están muy preocupados es porque le temen al cambio. México quiere un cambio laboral y con esta reforma se va a lograr.
Esta reforma tiene equidad, no están recargados los dados a un lado u otro. Es una reforma con la que ya no se les puede asaltar a los empresarios, patear a la gallina de los huevos de oro. Rechazo totalmente cómo se hicieron las cosas en Matamoros, la huelga es un instrumento que nos da la Constitución, pero es lo último que se tiene que utilizar.
—El punto neurálgico de esta reforma es la libertad de poder elegir y votar libremente, ya no va a haber imposiciones. Nadie va a poder intervenir, ni empresarios ni autoridad gubernamental, se va dar la verdadera libertad sindical con autonomía, ya se terminó el compadrazgo.
—Así es. Habrá reelección. En mi caso, yo voy a cumplir con mi periodo y que venga otro. Los cargos son cíclicos, no te pueden quedar postrado en una silla 50 años, te ves mal. Es tiempo de abrir paso a los jóvenes.
¿Los líderes ya no podrán comprar los votos ni dar dádivas a sus agremiados para votar por ellos?
—Siempre hay un roto para un descosido, pero tenemos que tener conciencia y ser auténticos. Nosotros tenemos que acabar con la corrupción en el sindicalismo.
—Esta reforma está dedicada a México, al progreso. a los empresarios, a los trabajadores, porque se busca que la riqueza se reparta.
Hay voces en Morena que dicen que no se atiende el outsourcing...
—Coincido con ellos, algunos fueron el PT, fueron diputados, porque se debe acabar con la subcontratación, pero aquí entran dos instancias, la hacendaria y la laboral.
Ahora vamos a hacer un señalamiento al procurador fiscal de todas las empresas que no cumplen, para que se acabe el huachicoleo financiero. Posteriormente, va a venir un tema especial sobre el outsourcing en el Senado, se va a poner interesante.
—Es de los mexicanos, porque traemos un retraso de muchos años.
—No, Pedro Haces es un dirigente obrero que busca la modernidad.
—No, no creo.
—Se va a acabar totalmente.
—Se termina una época que tanto daño le hizo a México y viene otra en la que hay responsabilidad laboral, que traerá certidumbre y paz, sin amenazas a los empresarios.