En medio de gresca, PRD aprueba nuevos estatutos
La mesa declaró avalado el nuevo Estatuto del PRD con 500 votos a favor y 265 en contra en lo general y cero abstenciones; realizarán un Congreso Nacional el 2 y 3 de marzo de 2019 y elecciones internas el 28 de abril
Con una mesa directiva blindada por más de 200 delegados y vallas metálicas para impedir la toma de tribuna, ese partido avaló este tarde la abrogación de su Estatuto, que contempla la disolución de su Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y una ruta de “reconstrucción” para 2019.
Sólo los tres cercos: el humano con los congresistas, las vallas metálicas y uno más, instalado con mesas vacías, impidieron que se tomara la tribuna y se cancelaran los trabajos, como la víspera, pero hubo trifulca, en el que llovieron sillas, manteles, agua, todo lo que estuviera al alcance .
Incluso el líder de Nueva Izquierda, Luis Espinosa Cházaro, que formó parte del cerco, operó para una votación exprés, sin contar votos, antes de que se cancelara la mesa de discusión, por violencia.
En ese clima de tensión, los bloques se recriminaron, unos de traidores y los otros respondieron “váyanse a Morena, váyanse a Morena” lo que hizo imposible que los escrutadores contaran los votos.
Pese a este escenario, la mesa declaró avalado el nuevo Estatuto del PRD con 500 votos a favor y 265 en contra en lo general, cero abstenciones.
Lo “aprobado” contempla la realización de un Congreso Nacional el 2 y 3 de marzo de 2019 y elecciones internas el 28 de abril.
De acuerdo con el nuevo Estatuto en lugar de CEN habrá una Dirección Nacional (DN) –con facultades cuasi plenipotenciarias que asumirá hasta diciembre- y “desaparecerán” las corrientes internas, aunque éstas operaron a plenitud en el Congreso, pero en sólo dos bloques, el considerado oficialista, promotor de los cambios, y el bloque Alternativo, que rechazó las enmiendas al estatuto.
El altercado comenzó por la mañana, al reiniciar la plenaria de la mesa de Estatutos del XV Congreso Nacional Extraordinario del PRD, un grupo de 50 personas dieron portazo y entraron a la fuerza a la mesa de discusión sobre la reforma estatutaria, lo que obligó a los congresistas a blindarse.
Durante la lectura de la totalidad del nuevo estatuto hubo hasta tres intentos de romper el cerco con violencia, pero no fue posible y la tensión se mantuvo aún tras la votación en lo general.
lsm