No se doblan ni pierden su consistencia al entrar en contacto con los alimentos hasta por 25 minutos, y al término de las comidas pueden ser ingeridos; aunque si son desechados, se estima que tardarían alrededor de dos meses para desintegrarse.
“Nos preocupamos por dar recomendaciones de una dieta sana, recomendaciones dietéticas que sean sustentables. Nuestra intención es reducir el consumo de plásticos. No conocíamos estas características del salvado de arroz: resistencia, maleabilidad. Mezclado con otras sustancias, soportan en el caldo caliente y tiene fuerza para un bocado”, dijo.
Para encontrar la fórmula correcta los especialistas han realizado múltiples pruebas hasta encontrar la textura perfecta, ya que, con la finalidad de conservar las propiedades de alimentos funcionales, únicamente usan salvado de arroz, agua e ingredientes naturales.
Quintero Gutiérrez destacó que el tiempo de duración de las cucharas de salvado de arroz es entre 15 y 20 minutos, aunque si el consumidor decide no ingerirla su tiempo estimado de degradación es de dos meses; estos cubiertos sólo se utilizan una vez, por lo que representan una alternativa a los desechables de plástico.
“Su tiempo de degradabilidad es muy corto, en dos meses ya está procesada por microrganismos o lo que haya en el ambiente donde se vaya a tratar. Puede comerse o no, ya depende de quien la consuma, nos estamos preocupando por darle un buen sabor para que sea agradable”, dijo.
Al obtenerla, ésta pasa por un rodillo, parecido al utilizado para hacer tortillas. Después se coloca sobre una cuchara a modo de molde, se cortan los excedentes y se meten al horno para que adquieran firmeza.
“Se determina qué tamaño de partícula se va a requerir para que la cuchara tenga esa consistencia y, una vez obtenida esa harina , se preparan otros ingredientes que le van dar más firmeza al producto.
“Sigue el amasado, el laminado, luego el corte y el cocimiento para que se deshidrate la cuchara y tenga la forma”, detalló.