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El encuentro, a realizarse en el Palacio de Minería con el tema general política y gobierno, será de tres bloques, con subtemas como seguridad pública, corrupción y democracia. Cada bloque se divide en dos partes, en la primera responderán cara a cara preguntas del moderador y en la segunda discutirán entre contendientes. El mensaje final será de un minuto y el último en posicionarse será Meade.
Los candidatos podrán sacar pancartas, tamaño doble carta como máximo, pero no podrán usar tabletas o celulares con internet, ni interrumpir a los oponentes.
El esquema quedó aderezado con reglas de “moderación activa” que dieron a los conductores libertad para preguntarles, interpelarles si transcurrido un minuto (de tres) no responden, evaden o ignoran a los adversarios, y podrán contrapuntear a los debatientes.
Eventualmente los periodistas a cargo, Denise Maerker, Azucena Uresti y Sergio Sarmiento podrían lograr que aflore el carácter de los aspirantes, su habilidad para responder, argumentar y reaccionar.
Hace seis años, en mayo de 2012, el segundo debate entre candidatos alcanzó un raiting de 23.5 puntos, con lo que venció en audiencia a la final del futbol mexicano. Participaron Andrés Manuel López Obrador, el hoy presidente Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri.
En 1994, el rating del encuentro entre Ernesto Zedillo, Diego Fernández de Cevallos y Cuauhtémoc Cárdenas fue de 35 puntos IBOPE, según ha documentado el periodista Raul Trejo Delabre.
De acuerdo con el INE, el monitoreo realizado entonces por el extinto Instituto Federal Electoral (IFE) mostró que las menciones y noticias sobre los candidatos tras los debates de mayo y junio de 2012 se detonaron. Las reglas para esos dos debates ya fueron fijadas.