Telescopios y ritos para ver el Sol

En diversos estados, personas, apoyadas por científicos, festejaron la posibilidad de atestiguar el evento

En Oaxaca, en el cerro del Fortín, en el Observatorio Astronómico Municipal, 2 mil personas siguieron el fenómeno. (EDWIN HERNÁNDEZ. EL UNIVERSAL)
Nación 22/08/2017 10:04 Corresponsales Actualizada 10:04

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De lado a lado del territorio nacional, miles de personas se dieron cita en plazas públicas, universidades e instituciones de astronomía para observar el eclipse de Sol; la mayoría, asesorados por especialistas.

En Baja California, más de mil 500 personas lo vieron desde El Trompo Museo Interactivo en Tijuana, uno de los dos sitios —junto con Ciudad Juárez— con mejores condiciones en México para mirar el fenómeno astronómico, en dónde alcanzó hasta un 60% de su totalidad.

Fernando Ibarra, uno de los miembros de la Sociedad de Astrónomos de Baja California, explicó a los asistentes que este eclipse consistió en el paso de la Luna frente al Sol y que de manera parcial se pudo observar en Tijuana en un lapso de dos horas y casi 30 minutos. “Desde hace tiempo nos preparamos porque queríamos que no sólo nosotros pudiéramos apreciarlo, queríamos compartir el gusto con otros”, indicó.

En Baja California Sur, el eclipse alcanzó 30% y fue visto por cientos de habitantes de La Paz, Los Cabos y Mulegé, donde se instalaron observatorios ambulantes. En La Paz, se instaló un observatorio en la explanada del ayuntamiento, coordinado por la Universidad Autónoma de Baja California Sur. La Secretaría de Educación Pública estatal suspendió las clases del turno matutino.

En Hermosillo, Sonora, en una gran fiesta se convirtió el Departamento de Astronomía de la Universidad de Sonora, donde acudieron cientos de personas para observar el eclipse solar a través de enormes telescopios y lentes especiales que se prestaron a los espectadores por 10 segundos debido a la gran afluencia de público. El punto máximo en este estado fue de una cobertura de 47%.

En Culiacán, el Centro de Ciencias de Sinaloa colocó equipos especiales y distribuyó lentes con filtros con los que estudiantes y ciudadanos que se concentraron en la explanada observaron el eclipse, visible en 34.7%.

En Monterrey, cientos de personas, sobre todo estudiantes, fueron a las sedes de la Universidad Autónoma de Nuevo León, donde se distribuyeron visores y se colocaron telescopios; en el estado, el eclipse alcanzó 45%.

En Pachuca, Hidalgo, al menos unas 500 personas se congregaron en el museo El Rehilete para observar el fenómeno, el cual en esta entidad apenas alcanzó 30%.

En Cuernavaca, más de cien personas observaron el eclipse a través de un telescopio instalado en la Plaza de Armas, por Jeret Gómez, estudiante de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.

En Villahermosa, la Sociedad Astronómica de Tabasco instaló telescopios en diversos puntos; aunque el cielo estuvo medio nublado se pudo apreciar el eclipse. Algunos compraron filtros especiales hasta en $35; otros adquirieron en ferreterías un cristal especial para soldar con el que podían ver hacia el cielo.

En Chetumal, Quintana Roo, los remanentes de la tormenta tropical Harvey impidieron ver el eclipse.

Tradición. En Juchitán, Oaxaca, niños y jóvenes zapotecas recrearon un antiguo ritual con el ruido de tambores y cacerolas para ayudar al Sol, Gubidxa, a ganar la lucha contra la Luna, Beeu, durante el eclipse. Este ritual se recreó por iniciativa de la poeta Natalia Toledo, para acercar a los niños a los rituales que, dijo, han desaparecido y recordarle a los adultos que los ancianos tenían un remedio para ayudar al Sol a ganar la batalla por la conservación de la vida.

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