Piden bajar impuesto a mezcal artesanal
Debe cobrarse IEPS a industriales, no a pequeños productores, dicen
Disminuir impuestos a productores de mezcal artesanal y establecer una tasa acorde a su nivel de ingreso, para apoyar su fabricación en 11 estados que tienen denominación de origen, pidió la diputada federal María del Carmen Cabrera Lagunas (PES).
La también secretaria de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Dipuatos señaló la necesidad de abrir oportunidades de desarrollo a este sector, del cual dependen más de 40 mil familias que elaboran la bebida a pequeña y mediana escala, y adolecen de créditos, infraestructura y adecuados canales de comercialización.
Indicó que se requiere reformar el marco jurídico, cuyo diseño se nutrirá de propuestas específicas que presente el sistema-producto-mezcal para garantizar una atención integral.
Cabrera Lagunes refirió el ajuste a la baja del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a bebidas alcohólicas, ya que los mezcaleros pagan un porcentaje muy alto al considerárseles una empresa industrial, cuando tienen un rango artesanal. Los altos impuestos deben cobrarse a grandes empresarios que producen elevados volúmenes y no a pequeños artesanos.
Esos elevados porcentajes impositivos les impide tener fluidez económica, y por la disminución de ingresos, no tienen capacidad de invertir en nuevas plantaciones de magueyes o tecnología.
La diputada por Guerrero sostuvo que en el Presupuesto 2019 deben destinarse recursos financieros suficientes a los mezcaleros del país, para preservar el sistema-producto-mezcal y garantizarles que superen todos sus problemas y cubran sus necesidades.
A su vez, Diego García Aguilar, productor, señaló la importancia de preservar la producción de los mezcales tradicionales, con una producción de 6 a 7 mil litros anuales, elaborados en su mayoría por comunidades indígenas, rescatando el proceso biocultural que aún prevalece para garantizar una bebida original con un sabor exclusivo.
Resaltó que el mezcal representa un patrimonio biocultural de México, que incluye la diversidad de agaves mezclados con la cultura de los 11 estados que lo producen, ya que su elaboración es diferente de acuerdo a las técnicas mestizas o autóctonas que se utilizan.
“Situación que no se entiende con toda la seriedad académica, porque se considera como un producto de mercado, lógica que se busca cambiar para privilegiar el concepto biocultural sobre el económico, ya que primero son las personas que lo producen y después la captación de ganancias”, dijo.