“La violencia y la impunidad siguen haciendo que el miedo y la censura reinen”, aseguró la organización en relación a México y otros países centroamericanos que comparten el mismo diagnóstico: la incapacidad de controlar la espiral de violencia e impunidad afecta a la libertad de prensa, convirtiéndose en cuestión de vida o muerte para profesionales de los medios de comunicación.
Si bien, como en el caso de México, existe un mecanismo para proteger a periodistas, la organización criticó la falta de efectividad de las medidas. “Han demostrado ser inefectivas en tratar con las lamentables condiciones de seguridad de los mal pagados periodistas”, remarcó.
Especialmente preocupante es el problema en medios de comunicación de carácter local o independientes, más vulnerables a ser víctimas de la violencia y la supresión de la libertad de ejercer el periodismo libre.
En paralelo, la organización Freedom House mantuvo a México en la lista de “países que vigilar” en cuanto a la violación de los derechos a la libertad de prensa.
Advirtió que el grado de violencia y mortalidad contra los medios puede incrementar a medida que se avanza hacia unas elecciones en las que “el voto servirá como referendo a una administración [de Enrique Peña Nieto] que ha incrementado su hostilidad contra la prensa independiente”.
“Las elecciones presidenciales que han de celebrarse este año en algunos de los países peor clasificados del mundo podría cambiar la dinámica y crear un espacio para una mejor relación entre gobiernos y periodistas”, se expresó, por el contrario, desde Reporteros Sin Fronteras.
En un contexto más genérico, ambas instituciones alertaron que “el odio al periodismo amenaza a las democracias”, y como no podía ser de otra forma señaló al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como uno de los factores clave en ese sentido. De hecho, EU bajó dos puestos en libertad de prensa, al sitio 45.
“Cada vez más jefes de Estado elegidos democráticamente ven a la prensa ya no como uno de los actores de la democracia, sino como un adversario frente al cual muestran abiertamente su aversión”, remarcó el informe. El habitual fake news de Trump, así como su calificación de los medios como “enemigos del pueblo”, son ejemplos de eso.