Después, en cascada, vinieron otras salidas en las que el consumo de bebidas a bordo de la nave, con 15 tripulantes y registro XC-UJM, resultó cada vez más amplio y oneroso para el erario, sobre todo cuando se trató de trayectos prolongados a destinos en el extranjero.

Al empezar a dar seguimiento a sus compromisos de campaña, Peña Nieto visitó Acapulco, Guerrero, con el fin de “rescatar” el puerto de la creciente inseguridad, y quizá no lo logró, pero durante el viaje, que fue de menos de media hora, a bordo se destaparon 35 botellas equivalentes a 9 mil 730 pesos.
Los tipos preferidos de bebidas alcohólicas de Peña Nieto y sus acompañantes fueron el whisky, el vino tinto y el tequila. En los vuelos nacionales, se gastó en 14 marcas en total, que sumaron 148 botellas (103.6 litros).
Les siguió el whisky escocés Chivas Regal 12 años de 750 mililitros (20 unidades), que sumaron 10 mil 101 pesos, y el tequila Maestro Tequilero Reposado de 750 mililitros, con 20 botellas por un costo de 7 mil 360 pesos.
Sin embargo, en los viajes al exterior, las preferencias cambiaron: el registro indica que se consumieron 32 marcas distintas de bebidas que ascendieron a 598 botellas (418.6 litros en total). Entre ellas se cuentan 81 botellas de whisky Chivas Regal 12 años con un valor de 41 mil 658 pesos.
También están el coñac Hennessy VSOP 700 ml, con un valor de 37 mil 476 pesos, equivalentes a 48 botellas, así como el vino tinto Casa Madero Merlot con 102 botellas, por las cuales se erogaron 26 mil 963 pesos, y 49 botellas de tequila El Milagro Añejo de 750 mililitros, cuyo precio fue de 15 mil 65 pesos.
En 2014, el Presidente Juárez, con casi 30 años de antigüedad, fue reemplazado por un costo superior a 6 mil millones de pesos por el Boeing 787-8 Dreamliner José María Morelos y Pavón, que entró en servicio el 10 de febrero de 2016 con un vuelo a la Base Aérea Militar Número 18 en Hermosillo, Sonora, donde Peña Nieto encabezó los festejos por el Día de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM).
Cuando hubo oportunidad, respecto a si la nueva aeronave era un “palacete” lleno de lujos, Peña Nieto respondió a los reporteros que hubo “información distorsionada”, puesto que se había adquirido, dijo, en un proceso de “renovación natural” para que el Ejecutivo cumpliera sus tareas de forma adecuada.
El viejo Presidente Juárez, que llegó a ser considerado el avión más moderno de su tipo en América Latina, pasó a la flota del Estado Mayor Presidencial, hoy desaparecido, como TP-02, tras acumular 323 giras internacionales y una serie de problemas técnicos que hacían inviable mantenerlo.
El Boeing 757-225 llegó incluso a ser desviado a bases militares en Tokio, París y Roma, debido a sus niveles de ruido y contaminación, aseguró este diario en 2015.
Casi tres años más tarde, el flamante Dreamliner que lo sustituyó con el nombre de uno de los héroes de la independencia de México dejaría de prestar servicio, luego de la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de venderlo.