En noviembre pasado, al presidir la sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y retomando su lema de campaña electoral: “Por el bien de todos, primero los pobres”, el Jefe del Estado mexicano planteó la creación de un Plan Mundial de Fraternidad y de Bienestar para garantizar la vida digna de 750 millones de personas pobres, pero con base en el modelo de los programas sociales que impulsa su gobierno, como Sembrando Vida, así como las pensiones universales para adultos mayores.
El Mandatario federal detalló que un fondo de un billón de dólares anuales se puede obtener de cobrarles un impuesto a las mil personas más ricas del mundo, a las mil corporaciones más grandes y a los países del G20.
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“Nunca en la historia de esta organización [ONU] se ha hecho algo realmente sustancial en beneficio de los pobres, pero nunca es tarde para hacer justicia. Hoy es tiempo de actuar contra la marginación atendiendo las causas y no sólo las consecuencias. A tono con esta idea, en los próximos días la representación de México propondrá a la Asamblea General de la ONU un Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar. El objetivo es garantizar el derecho a una vida digna a 750 millones de personas que sobreviven con menos de dos dólares diarios”, subrayó López Obrador.