Artistas oaxaqueños llevan el arte a espacios públicos en diversas localidades
“La ruta escultórica” es un proyecto que ha reunido a varios artistas, cuyo fin es llevar piezas a lugares públicos de comunidades con menor acceso
Un grupo de artistas plásticos de Oaxaca se unió para llevar el arte a los espacios públicos y acercarla a la población, con el objetivo de “descentralizarlo” y sacarlo de galerías y museos donde comúnmente se exhibe.
El proyecto inició hace un año y lo denominaron “La ruta escultórica”. Consiste en la elaboración de esculturas que son colocadas en plazas, en calzadas y avenidas de algunas comunidades.
La primera muestra de sus obras se realizó en marzo de 2018 sobre la carretera que une a los municipios Santo Domingo Barrio Bajo y Villa de Etla. La segunda fue en Ejutla de Crespo en octubre de 2018 y desde el 2 de febrero pasado se exhiben sus piezas fuera de la entidad, en Tecomatlán, Puebla.
Manuel Miguel, artista plástico, explica que el proyecto nació con el objetivo de acercar el arte a ¿comunidades donde generalmente no hay este tipo de muestras porque todas se concentran en la capital del estado; también como una forma de contribuir a la sociedad.
La escultura se eligió por la naturaleza de los materiales que se utilizan, ya que son más resistentes a la intemperie, como la madera, la cantera, el bronce, entre otros.
“[El proyecto] surgió con la ruta escultórica en Villa de Etla para que cada artista pusiera de su creatividad y de su dinero para poder crear la ruta. De alguna forma también era plantear y salir de esa forma de confort de los artistas”, platica Jesús Cuevas.
A su vez, detalla, era una forma de motivarse y motivar a otros para contribuir a la sociedad, sin esperar que una institución pública llegara a darles dinero para realizar este tipo de muestras.
En “La ruta escultórica” cada uno de los artistas ha asumido el costo de la elaboración de las obras e incluso, como ocurrió en Villa de Etla, la responsabilidad de garantizar la seguridad de cada una de sus piezas.
Edison Blas, quien también participa en el proyecto, reconoce que éste se convirtió además en una oportunidad para mejorar sus técnicas de trabajo y ser parte de algo que es “autogestivo”, que busca expandir el arte para que, a través de una de sus expresiones, llegue al mayor número de personas posible con el aprovechamiento de los espacios públicos.
“Nos hemos esforzado cada uno de los integrantes para que se mantenga la calidad en las piezas... cada vez va teniendo consistencias superiores y es gracias a todos los participantes: hay maestros de diferentes generaciones, técnicas y de distintos rangos, como currículos y trayectorias”, señala.
A poco más de un año de haber iniciado, el trabajo ha crecido y se ha consolidado. Según coinciden los artistas, se busca que el proyecto continúe al paso del tiempo y a pesar de ellos.
“Empezó como ruta, pero también la idea es convertirlo en un movimiento escultórico, por lo que ya hemos venido haciendo diferentes exposiciones. Además de las obras monumentales, también participamos en pequeñas muestras”, menciona Jesús Cuevas.
Seguridad insuficiente
El artista José Santos afirma que la única dificultad a la que se han enfrentado es la económica, por el alto costo que implica la elaboración de sus obras, así como el tiempo que se requiere; sin embargo, dice que todo lo demás es positivo porque hay autoridades y organizaciones interesadas en que se lleve la muestra a sus comunidades.
En la primera exposición, que abarcó alrededor de dos kilómetros en la Villa de Etla, los artistas asumieron la responsabilidad de la seguridad de cada una de sus piezas y el resultado no fue del todo bueno. Gran parte de sus obras fueron vandalizadas: algunas fueron destruidas, les quitaron una parte de la escultura y otras fueron robadas.
“Pero también hemos tenido muchos comentarios muy positivos porque mejoraban en el espacio donde se colocaron. Hay pros y contras y creo que es parte del caminar de este proceso, en la aceptación, porque son parte de una estructura, de un tejido”, agrega Edison Blas.
Eddy Váskez, artista plástico, menciona que autoridades municipales y organizaciones que les han abierto espacios públicos se han comprometido con ellos a apoyarlos con el transporte de las piezas y de comunicar sobre la ruta escultórica; el resto de gastos ha corrido por su cuenta porque hay un compromiso de generar un cambio en la sociedad.
Agrega que el proyecto se está consolidando y esperan que un día la ruta escultórica pueda crecer en número de participantes y recorrer todo el país: “Que varios artistas, varios maestros se unan a este proyecto con el objetivo primordial de acercar el arte a las poblaciones”, finaliza.