Comunidad de Pueblo Viejo recupera zona arqueológica
El sitio estuvo abandonado por 20 años; ahora buscan impulsar el turismo.
Rodeado por extensos campos de pastizales y un arroyo casi seco, los restos de un asentamiento prehispánico reviven gracias a la recuperación de este espacio por parte de la comunidad de Pueblo Viejo, en este municipio de la Cuenca.
El lugar que envuelve una serie de leyendas, en torno a animales sobrenaturales que vigilaban el espacio, volvió a quedar a la vista tras permanecer oculto entre la maleza al menos por 20 años.
Pueblo Viejo es una agencia con menos de 2 mil habitantes, dedicada al cultivo de maíz, chile o frijol y ganadería, pero que ahora sus pobladores ven en la zona arqueológica la posibilidad de generar turismo.
Por ello, este fin de semana la comunidad abre este espacio al público para que lo conozcan, entorno a la celebración de la fundación de Pueblo Viejo el 15 de abril de 1942.
Zona desconocida
Las señales sobre la existencia de una antigua población se localizan en cuatro hectáreas a orilla de la población. Un informe preliminar sobre La exploración de las ruinas de un pueblo viejo por Pablo Henning, que data de 1912, señala la existencia de terraplenes, muros derrumbados, cimientos de edificios y una pirámide truncada, todo cubierto por un monte.
Sin precisar a qué cultura perteneció, el especialista cita que también halló una pirámide de unos cuatro metros de altura, de 13 peldaños que relacionó con 13 cielos, construida de laja arenisca.
Dicha construcción aún se aprecia, aunque el tiempo y el crecimiento de árboles entre sus muros afectaron la estructura.
El agente municipal, Efraín García Castalleno, cuenta que hace unos 22 años, la asamblea general comunitaria realizó un desmonte de la zona, la cual no prosperó en su cuidado.
Pero este año, el pueblo volvió a retomar el tema con nuevos objetivos, por lo que el pasado 20 de marzo la autoridad local solicitó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) su intervención para una inspección, así como contribuir con la preservación del área y la creación de un museo comunitario para exhibir piezas que han encontrado.
El INAH, asegura el agente, informó que en sus registros esta zona arqueológica no existe, pero sí cuentan con algunos antecedentes. El instituto, agrega, pidió un plazo de al menos 30 días para revisar el lugar, en tanto que el espacio podía ser visitado.
Con el paso de los años, los habitantes han localizado fuera de esta área la mayor cantidad de piezas, como figuras de dioses. Pero, también, la zona ha sido saqueada para nuevas construcciones, situación que acordaron evitar para contar con un patrimonio.