De 2010 a la fecha han asesinado a 75 alcaldes; 9 de Oaxaca

Con el homicidio de Mario Álvarez López, quien fue en dos ocasiones edil de Aquila, Michoacán, acribillado el pasado 26 de agosto en Colima, suman nueve expresidentes municipales y cinco los alcaldes en funciones ultimados en México durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, según la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC).

La ANAC señala que en el actual gobierno —que inició el 1 de diciembre de 2018— han matado a tres síndicos en funciones, un exsíndico, dos regidores y tres exregidores, entre otros. Son al menos 31 funcionarios y exservidores municipales asesinados en dicho periodo.

Según la consultoría en riesgos políticos Etellekt, de los presidentes municipales ultimados en el actual sexenio, dos eran oaxaqueños, una de Coahuila, uno de Michoacán y una de Veracruz.

Sólo habían pasado 10 días del arranque de este sexenio cuando la alcaldesa de Juárez, Coahuila, Olga Gabriela Kobel Lara (PRI), fue asesinada presumiblemente por un contratista, con quien mantenía una relación laboral y afectiva.

El 1 de enero de 2019, tras rendir protesta, el alcalde de Tlaxiaco, Oaxaca, Alejandro Aparicio Santiago (Morena), fue baleado junto con el síndico Perfecto Hernández. Ambos fallecieron; el 23 de abril el cuerpo del edil de Nahuatzen, Michoacán, David Eduardo Otlica Avilés (PRD), fue localizado en el municipio de Coeneo, luego de ser sustraído de su domicilio.

La cuarta víctima fue Maricela Vallejo Orea (Morena), alcaldesa de Mixtla de Altamirano —uno de los municipios más pobres de Veracruz y del país—, ejecutada el 24 de abril junto con su esposo, Efrén Zopiyactle, tesorero del municipio, y su chofer Sabino García. La edil había denunciado amenazas de muerte desde enero de 2018.

Tras estos crímenes consecutivos habían pasado cuatro meses sin atentados hasta que el viernes 16 de agosto fueron encontrados en Oaxaca los cuerpos de la profesora Carmela Parral Santos (PRD), presidenta municipal de San José Estancia Grande, Oaxaca, y del coordinador de Protección Civil de la Región Costa, Hugo Castellanos.

Escala de atentados. Según la ANAC, si se hace un comparativo entre el número de presidentes y expresidentes municipales muertos durante el primer semestre del sexenio de Enrique Peña Nieto, en el que sumaron cuatro, y el primer semestre del sexenio de López Obrador, se puede “observar un incremento en el número de víctimas, en el que sumaron 14”.

La asociación apunta que la mayor cantidad de víctimas se ha presentado en municipios con una cifra de población entre 10 mil y 50 mil habitantes. Destacan Coyuca de Catalán, Guerrero; Buenavista Tomatlán, Michoacán, y Nuevo Laredo, Tamaulipas.

La Asociación Nacional de Alcaldes advierte que los municipios donde se presentan los asesinatos políticos tienen en común tres características: presentan un bajo desarrollo institucional que se refiere a la capacidad financiera, cobertura en la prestación de servicios, desarrollo administrativo, transparencia y rendición de cuentas; tienen presencia del crimen organizado, y no cuentan con los recursos suficientes para atender el problema de inseguridad.

“De los 148 municipios donde hemos registrado víctimas, 136 de ellos [91.8%] no contaban con el Subsidio para el Fortalecimiento del Desempeño en Materia de Seguridad (Fortaseg) al momento del asesinato; solamente 12 de éstos [8.1%] sí se les había asignado”.

El asesinato de exediles y ediles no es nuevo. En el gobierno de Felipe Calderón sumaron 32 y, en el de Peña Nieto 38, según el informe de Etellekt, Violencia Política en México 2019 con corte al 17 de agosto. Con los cinco crímenes de este sexenio suman los 75 casos.