Imposible para vendedores resistir confinamiento; 81% de oaxaqueños viven del comercio informal
Las estadísticas apuntan que al menos 160 mil de los empleos considerados como informales no cuentan con prestaciones de ningún tipo
De las más de un millón 732 mil personas económicamente activas en Oaxaca, 81.2% se dedica al comercio informal, indica la Encuesta de Ocupación y Empleo realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En el centro de la ciudad, la cifra se hace real en el esfuerzo de mujeres como Marisela Vásquez Martínez, madre soltera de tres hijos, cuya cotidianidad no pudo detenerse, a pesar de las cifras crecientes de la pandemia que han registrado más de 2 mil contagios; la mayoría de éstos en los Valles Centrales.
Marisela depende de la actividad económica de la Central de Abastos. Aunque vive en un predio de su propiedad en San Raymundo Jalpan, con sus tres hijos —de 17, 10 y ocho años—, sin educación formal, sus oportunidades de empleo son escasas. Ante ello, todos los días se traslada desde su comunidad al mercado, donde compra fruta que después revende en bolsas en el Centro Histórico.
Las estadísticas apuntan que al menos 160 mil de los empleos considerados como informales no cuentan con prestaciones de ningún tipo, son familias que viven al día y sin seguridad social, en medio de la pandemia.
Sin embargo, la disposición oficial de aislamiento desde hace más de dos meses a Marisela no la mantiene en casa, por el contrario, alarga las jornadas de trabajo y constriñe las ganancias.
A la par del comercio informal que no ha podido detenerse a pesar de la emergencia sanitaria, en el Centro Histórico cada vez más comercios de giros considerados como "no esenciales" están abriendo al público.
De acuerdo con los propios comerciantes, tuvieron que hacer recorte de personal y de horarios, pero no pueden continuar con las cortinas abajo, pues no hay flujo económico suficiente para solventar los negocios.
Lo mismo ha sucedido con los comercios dentro de los mercados que mantuvieron cerrados sus locales, pero la necesidad de trabajar los obligó a abrir, implementando medidas de precaución aprobadas por los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO).
El panorama de la mujer se nubló con la noticia de que el mercado debe cerrar por periodos, pues se considera una zona de alto contagio. "Mientras el mercado de abastos esté abierto, hay posibilidades de que pueda seguir trabajando", indica Marisela.
Desde antes, sin dinero suficiente para surtir sus compras, cosechó nopales de su terreno para venderlos. Sin comerciantes en la Central de Abasto, sus opciones se agotan.
“Me dijeron que darían despensas, he preguntado en mi comunidad, pero hasta el momento no hay apoyo allá”, indica Marisela.
Recientemente, el gobierno local lanzó una convocatoria dirigida a mujeres artesanas y productoras para solicitar crédito a la palabra. Información de la Secretaría de Bienestar (Sebien) señala que se han recibido 400 solicitudes, a través de videos y fotografías, donde las aspirantes muestran su actividad productiva; pero ella no podrá solicitar el recurso económico, pues su actividad es sólo comercial.
