Inseguridad y Covid, labor de policías de Juchitán ahora es más letal; han aislado a 67

El presidente municipal de Juchitán, Emilio Montero Pérez, señala que los 25 policías se enfermaron la semana pasada y dice que hace poco más de 15 días, un total de 42 policías también tuvieron síntomas de Covid-19

Inseguridad y Covid, labor de policías de Juchitán ahora es más letal; han aislado a 67
Foto: Especial
Municipios 24/07/2020 11:02 Alberto López Morales / Corresponsal Actualizada 11:02

Juchitán de Zaragoza.- Martín salía temprano de su vivienda montado en su bicicleta, con una pequeña mochila en la espalda. Llegaba a las siete de la mañana a la Comisaría de la Policía Municipal para el riguroso pase de lista y de ahí, a patrullar las calles.

Por ahora, Martín no está trabajando. Está confinado en su domicilio porque presentó síntomas de Covid-19. Sus mandos policiacos refieren que Martín, por su juventud y fortaleza física, no quiere hacerse la prueba.

Él dice que se siente bien, que solo necesita descansar.

Como Martín, como el policía pide que se le identifique en este trabajo periodístico por temor a usar su nombre real, hay otros 24 policías más, 13 del turno matutino y 12 del segundo turno, que están confinados en sus viviendas porque todos tienen síntomas de Covid-19.

El presidente municipal de Juchitán, Emilio Montero Pérez (Morena), señala que los 25 policías se enfermaron la semana pasada y dice que hace poco más de 15 días, un total de 42 policías también tuvieron síntomas de Covid-19 y estuvieron aislados. “Ya se recuperaron y ya andan trabajando”, comenta.

“La pandemia nos está pegando con ganas. “Tan solo del 26 de junio al 14 de julio tuvimos 104 fallecidos en la ciudad juchiteca y sus agencias”, detalla. De esa cifra, 61 casos fueron decesos confirmados por Covid o deficiencias respiratorias y 22, sepelios en horas no laborables.

Por los rumbos de la séptima sección, vive Pedro con su esposa y tres hijos. Como Policía Vial trabaja desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche. En esas 12 horas de vigilancia, tienen contacto con decenas de personas que vienen de otros municipios.

Cuando Pedro sale de su casa, lo hace con miedo, a pesar de que cuenta que cubrebocas, caretas, guantes y gel antibacterial. “La gente que viene de fuera se nos acerca para preguntar dónde queda la clínica fulana de tal, donde está la notaría de tal abogado”, dice.

Pedro, y buena parte de los 17 elementos de la Policía Vial, forma todos los días un cerco anticovid que bloquea el paso de los vehículos a dos cuadras del centro de la ciudad y en esas zonas donde entran en contacto con las personas que vienen de municipios vecinos.

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“La autoridad”, reconoce, “nos ha dado el equipo para protegernos. Tenemos gel, alcohol, guantes, cubre bocas y caretas. También nos incluyeron en un la entrega de un bono de vivienda que salió de un apoyo del programa de Fortalecimiento de Seguridad (Fortaseg), pero tenemos miedo”,  confiesa.

De los 240 policías municipales con los que cuenta esta ciudad zapoteca, se han enfermado con síntomas de Covid-19, un total de 67 elementos, y durante su confinamiento, su labor fue apoyada por integrantes de la Guardia Nacional (GN) y de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO).

Tras señalar lo anterior, el edil Montero Pérez, destaca que con la eficaz coordinación que mantiene su gobierno con la GN y la SSPO, se resguarda la seguridad de las familias juchitecas y se mantiene el programa de profesionalización policial que ha permitido armar 35 elementos.

Con miedo, porque conoce casos de vecinos que han fallecido por Covid-19, Pedro, el policía vial, explica que cada noche que regresa a su vivienda, siente que se libera de una presión que lo acongoja, se despoja de su uniforme, se asea y entonces saluda a su familia.

La angustia de Pedro no termina con su jornada laboral de 12 horas, persiste en algunas noches calurosas, cuando empieza a recordar cómo era la vida en Juchitán, antes de la pandemia, una vida alegre, basada en el comercio, las fiestas, los servicios religiosos, y libre de tristeza.

Como Pedro, Martín, quien convalece en su casa, también quiere que la ciudad recupere su vida normal. Sus familiares cuentan que el trabajo de policía es arriesgado por la inseguridad, pero ahora el Covid-19 es más letal. Aún así, Pedro quiere recuperarse para volver a patrullar la ciudad.

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