“El futuro es un territorio a defender”; ante catástrofe climática, nace red Futuros Indígenas

Oaxaca de Juárez.- “Defendemos el territorio, nuestro modo de ser y existir; unimos esfuerzos y corazones a través de acciones de comunicación y creación de narrativas en defensa de la vida. Kiliwa, Cucapá, Nahua, Acolhua, Tzeltal, Tzotzil, Ñu Savi, Hñatho, Amuzga, Purépecha, Ayuuk, Afrodescendiente, Zapoteca, Popoluca, Maya, K’iche’, Wayuu, Zoque nos nombramos y germinamos como #FuturosIndígenas”.

Activistas oaxaqueñas como Elena Gil y la cineasta Luna Marán, forman parte de la iniciativa que este martes comenzó a difundirse a través de las redes sociales.

Así lo señala el manifiesto de una naciente organización, que busca ser el eco de la voz de pueblos que por miles de años han defendido la vida en la tierra.

Iniciativa está conformada por activistas, quienes por años se han pronunciado a favor de la defensa del territorio y de los recursos naturales de los pueblos indígenas.

“La catástrofe climática que hoy amenaza al planeta entero, es síntoma de una enfermedad que llegó hace más de 500 años a nuestros territorios. Es la colonización que masacró a decenas de millones de ancestros en esta y otras geografías. Son los Estados-Nación que parcelaron la tierra, impusieron fronteras y tratan de extinguir nuestras diversidades. Es el racismo y patriarcado que a las cuerpas de color de la tierra nos asesinan, marginan, oprimen y empobrecen”, exponen.

Sin embargo, señalan que para la crisis en que está sumergida la tierra, hay una cura. Esta es la gestión comunitaria de los recursos, que consideran suficientes para todos.

Precisan que los pueblos indígenas guardan y procuran la diversidad indígena y el 80% de la biodiversidad restante del planeta. 

Y explican que la  red de #FuturosIndígenas nace en 2021, cosecha del laboratorio de narrativas titulado ‘Hackear la Crisis Climática: el futuro es indígena’, organizado por Ambulante, British Council y Hackeo Cultural. 

Durante este proceso, comunicadoras y defensoras del territorio sumaron esfuerzos para fortalecer sus resistencias desde la comunicación comunitaria; con una perspectiva crítica, aprendieron herramientas de análisis del discurso, mapeo de redes, imaginación narrativa y hackeo cultural.