Cómo el Ejército dobló al gobierno en el caso Ayotzinapa
El Poder Judicial no pagó el costo político de dar impunidad al Ejército
<p>
“Si siguen manchando al Ejército, retiro a los militares de las calles y a ver qué hacen”. Esa fue la advertencia que soltó el secretario de la <strong>Defensa Nacional</strong> en una reunión del gabinete de seguridad del presidente López Obrador, en Palacio Nacional, hace aproximadamente dos semanas. Los asistentes se quedaron congelados. <br />
<br />
Las palabras del general secretario tuvieron como destinatario inicial a Alejandro Encinas, el subsecretario de Gobernación encargado del caso Ayotzinapa, y al fiscal Alejandro Gertz Manero, encargado de procesar las órdenes de aprehensión contra militares por la desaparición de los 43 normalistas. Pero principalmente, el destinatario fue el presidente <strong>Andrés Manuel López Obrador, </strong>quien no estaba presente en la reunión, pero que recibió el mensaje a través de quien encabezó el encuentro, el secretario de Gobernación, <strong>Adán Augusto López. </strong><br />
<br />
El fuerte reclamo del secretario de la Defensa sucedió hace un par de semanas después de la divulgación del informe de la <strong>Comisión de la Verdad para el caso Ayotzinapa,</strong> en el que se enfatizó la responsabilidad del Ejército en la desaparición de los normalistas, al grado que se solicitó a la Fiscalía General de la República procesar órdenes de aprehensión contra más de veinte militares de distintos rangos, incluido un general. <br />
<br />
Al recibir noticia de la advertencia de su más importante y estratégico secretario (el de Sedena), el presidente López Obrador giró la instrucción de que Gobernación y <strong>FGR </strong>se coordinaran para matizar el golpe contra los militares. Así lo hicieron: fueron al Poder Judicial a pedir que el juez se retractara de otorgar las órdenes de aprehensión, pero ya las había otorgado; pidieron que las retirara, les dijeron que no se podía; se les ocurrió si se era posible borrarlas del sistema, les contestaron que no; sugirieron otorgarles amparos, pero demoraría meses.<br />
<br />
En pocas palabras, en el <strong>Poder Judicial </strong>no quisieron pagar el costo político de dar impunidad al Ejército, en un caso que será revisado por la historia, y por el que están metiendo a funcionarios a la cárcel justo por no hacer correctamente su trabajo. Le devolvieron la papa caliente al Poder Ejecutivo.<br />
<br />
La primera decisión fue “bajarle” al discurso contra los militares. El propio Encinas dio pasos para atrás en las entrevistas subsecuentes a la presentación del informe en la conferencia mañanera. Tras un par de semanas de deliberaciones, la Fiscalía de<strong> Gertz Manero</strong> absorbió el costo político: se desistió de las órdenes de aprehensión contra 21 militares.<br />
<br />
Todo esto, según fuentes con acceso a información de primera mano.<br />
<br />
En las élites políticas y militares de la 4T ya habían llegado a un arreglo inicial. Era a todas luces un arreglo inestable: la filtración del Informe sin tachones puso todo de cabeza. Hoy queda claro que <strong>AMLO</strong> trató de manipular el reporte de su propia administración: endulzó la responsabilidad de los militares en la tragedia y trató de esconder la culpabilidad de <strong>José Luis Abarca, </strong>a quien el propio López Obrador hizo candidato a la alcaldía de Iguala, a pesar de las advertencias de que estaba coludido con el narco. Y queda exhibido que el gobierno federal está fracturado por dentro a consecuencia de este caso. <br />
</p>
<div class="rteright">
<br />
<em>[email protected]</em><br />
<br />
</div>
<p>
<br />
<a href="https://www.eluniversal.com.mx/newsletters"><u>Suscríbete aquí</u></a> para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, planes para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.</p>