Opinión

A Enrique Vargas alguien debería avisarle, como a Santiago Nasar, el personaje de García Márquez, que lo están buscando para aniquilarlo. En menos de dos días el diario Reforma le ha sacado ya tres propiedades: una residencia en Bosques de Las Lomas, el Rancho Vargas en terrenos boscosos de Huixquilucan y un lujoso departamento en Miami cuyo precio supera los 3.5 millones de dólares, todos involucrados con procesos de compra-venta y escrituración extraños y en los que aparecen mujeres difuntas a las que les compraba las propiedades, y parece que vienen todavía más golpes periodísticos contra el diputado panista.

El propio Vargas asegura que todo se trata de una “guerra sucia” en su contra por sus aspiraciones a ser candidato del PAN y de la Alianza Va Por México a la gubernatura del Estado de México. Y aunque dice no saber identificar de dónde le llegan esos “mensajes”, el diputado desmiente “compras de ganga” y trata de demostrar que las ancianas que le venden propiedades están vivas, mientras afirma estar listo para lo que venga: “No tengo miedo, ni tengo nada que ocultar”, dice en entrevista.

Y no parece estar tan equivocado el exalcalde de Huixquilucan porque al interior de la Alianza tripartita se comenta que “ya hubo una reunión y una negociación entre el PAN y el gobernador Alfredo del Mazo, en la que se acordó que la candidata de la Alianza sería Alejandra del Moral” y que el panismo haría a un lado a su prospecto Vargas del Villar, para dar paso a la actual secretaria de Desarrollo Social del gobierno delmacista como la abanderada de la coalición entre el PRI-PAN-PRD.

Incluso afirman que el anuncio oficial de la precandidatura de la joven Del Moral se daría después del 15 de septiembre, en los últimos días de ese mes, para contrarrestar el efecto adelantado de Morena y su “coordinadora estatal” Delfina Gómez.

Si esa versión, que confirman al menos una fuente priista y otra panista, es real, entonces Enrique Vargas ya está vagando por las calles del pueblo aliancista sin saber que todos ya saben, menos él, que su muerte ha sido anunciada en los carteles pegados por el pueblo donde sus asesinos le dictaron sentencia y que ya hay incluso sicarios encargados de ejecutarla.

Por lo pronto las aguas empiezan a agitarse en el Estado de México y, en vísperas del Grito de Independencia, el gobernador Del Mazo empieza a dar señales de la batalla de estructuras de poder en que se convertirá la elección de junio de 2023 en el Estado de México, donde chocarán la estructura y recursos del Grupo Atlacomulco, que defenderá con todo su tierra y bastión mexiquense y la del gobierno federal que, con el presidente López Obrador convertido en jefe de campaña de Delfina, meterán los programas sociales federales y todos los recursos necesarios para ganar el Estado de México y vencer uno de los últimos territorios de poder en la República que no ha querido ceder el PRI.

El 12 de septiembre Alfredo del Mazo rendirá su quinto informe de Gobierno y, aunque siga mandando mensajes de conciliación y cercanía con el presidente López Obrador y su gobierno, en privado el gobernador mexiquense se pinta la cara con pintura de guerra para defender la tierra que gobernaron su padre y su abuelo antes que él. Después del informe vendrá también su penúltimo grito y, unos días después, ya hacia la recta final de septiembre, se anunciará la decisión de la Alianza Va Por México de postular a Alejandra del Moral como su candidata a gobernadora.

Va a ser interesante ver si en algún momento el gobernador Del Mazo perderá sus formas finas y educadas, junto con la marcada cortesía política –herencia de su padre— para confrontar al presidente López Obrador y convertirse en contrincante en una batalla en la que, a querer o no, se enfrentará al mismo Presidente. A López Obrador le gustan los gobernadores de oposición sumisos y que le entregan el poder sin chistar en sus estados y que luego, si así lo quieren, se les regala una embajada o un hueso en el gabinete. Veremos cómo reacciona también ante la decisión de los priistas mexiquenses y su jefe político de pelearle palmo a palmo la defensa del Edomex.

NOTAS INDISCRETAS…

Un día después del desaire abierto, que confirmó su ruptura con Ricardo Monreal, el presidente López Obrador cumplió lo que el zacatecano había anunciado en la víspera y había anticipado también su rechazo: para lograr su propósito de adscribir la Guardia Nacional dentro de la Secretaría de la Defensa, darle carácter militar y sacarla de su carácter civil y de la Secretaría de Seguridad federal, el Presidente se fue por un proyecto de Decreto que reforma leyes secundarias, que ya presentó ayer como iniciativa “preferente” a la Cámara de Diputados, y con eso le da la vuelta a una Reforma constitucional que ya había vetado la oposición, y puede aprobarla solo con la mayoría simple de Morena y sus aliados en San Lázaro. López Obrador mandó ayer el decreto que se publica en la Gaceta Parlamentaria y que discutirá este próximo viernes el pleno de los diputados, con la intención de darle trámite rápido y aprobatorio a la iniciativa preferente presidencial.

En la página 38 del Anexo III, la reforma ordena a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana que: 1. Coordine con la Secretaría de la Defensa Nacional la homologación del adiestramiento especializado, considerando la Estrategia Nacional de Seguridad;

2. Transferirá a la Sedena, dentro de un plazo de sesenta días naturales, los recursos presupuestarios y financieros que correspondan para cubrir las erogaciones por concepto de servicios personales y gastos de operación de la Guardia Nacional, así como los recursos materiales destinados a su operación, con excepción de aquellos requeridos para el personal que seguirá bajo adscripción de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Asimismo, destinará dichos recursos a la Sedena conforme vayan quedando las plazas;

3. Dispondrá que el personal procedente de la extinta Policía Federal cese de prestar sus servicios en la Guardia Nacional, por lo que continuará bajo su adscripción conservando sus derechos laborales adquiridos; y

4. Relevará gradualmente al personal que integra la Coordinación de Administración y Finanzas de la Guardia Nacional por aquel que proponga el Comandante de esa Institución”. Es decir, que así, brincándose a la Constitución y sin reformarla, el presidente López Obrador pretende entregarle al Ejército a la Guardia Nacional y quitarle su carácter civil. Veremos si la iniciativa secundaria preferente de López Obrador, que puede pasar por la mayoría de Morena, resiste una Controversia Constitucional que será inevitable ante la chicanada legal que se acaba de aventar el Presidente…Dados rodando. Capicúa. Se repite el tiro.  

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