El año negro
<p>
La fecha cayó como una pedrada en la memoria. Una generación de aficionados al futbol hemos venido arrastrando a lo largo de la vida lo que ocurrió el 6 de junio de 1978 en el estadio Monumental de Buenos Aires, en Argentina. <br />
<br />
Hemos venido arrastrando lo sucedido cuatro días antes, el 2 de junio del 78, así como lo que sucedió el 10 de ese mes. <br />
<br />
En solo una semana, una brutal acumulación de fracasos. Esa acumulación hizo del 78 un año negro. El peor de todos. <br />
<br />
El 6 de junio del que hablo, la selección mexicana salió a la cancha a enfrentar a Alemania, el campeón del mundo. <br />
<br />
En el equipo teutón había algunos jugadores que cuatro años antes habían estado en la final contra Holanda. Recuerdo al inigualable Sepp Maier. Y había una generación nueva en la que estaba ya Karl-Heinz Rummenigge. <br />
<br />
Ese día el primer gol contra México cayó en el minuto 15. Y en solo ocho minutos, cayeron el dos y el tres. <br />
<br />
El portero Pilar Reyes salió lesionado al medio tiempo (lo remplazó Pedro Soto), y se refugió en el vestidor para no seguir presenciando aquella masacre. Desde ahí, contó después, escuchó tres veces rugir al estadio. <br />
Cuando el partido terminó, Pedro Soto le llevó al vestidor esta noticia: “¡Empatamos!”. <br />
<br />
Reyes dijo que se emocionó. <br />
<br />
“¿Cómo?”, preguntó. <br />
<br />
“Sí”, le dijo Soto con una mirada cínica. “Te metieron tres a ti, y otros tres a mí”. <br />
<br />
México había llegado al Mundial con grandes expectativas. Había ganado cinco partidos en las eliminatorias y llevaba una potente escuadra a cuya cabeza se encontraba el delantero Hugo Sánchez. <br />
<br />
Hugo no iba solo. Ahí estaban también jugadores como Alfredo Tena, El Gonini Vázquez Ayala, Raúl El Cora Isiordia, Víctor Rangel, Leonardo Cuéllar, Enrique López Zarza, Cristóbal Ortega y el célebre Wendy Mendizábal, capitán de la entonces aún poderosa Máquina Celeste. <br />
<br />
Los niños de mi tiempo recordábamos como detrás de la niebla el Mundial del 70, mejor dicho, solo algunas escenas del Mundial del 70. No habíamos visto jugar a México en Alemania 74 porque, en las eliminatorias de la Concacaf, Trinidad y Tobago lo masacró 4-0: recuerdo las quejas, la decepción de los narradores, y también los rumores de la prensa de que a los mexicanos les habían hecho vudú en Haití. <br />
<br />
Así que Argentina 78 era para nosotros, propiamente, el primer Mundial. El primero en el que jugaba México. <br />
<br />
Uf. Qué horrible recuerdo. <br />
<br />
El técnico José Antonio Roca decía que en el partido inicial la selección iba a golear. Túnez nunca había estado en Mundial. Y jamás un equipo africano había ganado un partido. <br />
<br />
El equipo mexicano comenzó ganando, con un gol del Gonini Vázquez Ayala, pero el gusto duró solo 10 minutos. En el segundo tiempo, Túnez anotó tres goles al hilo. <br />
<br />
Vino luego el descalabro frente a Alemania, y finalmente, en el Gigante de Rosario, el partido contra la Polonia de Jan Tomaszewski y Grzegroz Lato. <br />
<br />
No hubo nada qué hacer. Los 40 minutos finales, México estuvo abajo en el marcador. Y a lo largo de todos esos minutos, la sensación era de un absoluto abatimiento, allá en Rosario y sobre todo en México. <br />
<br />
La selección terminó en último lugar, con 12 goles en contra. <br />
<br />
A lo largo de tres partidos solo pudo marcar dos tantos. <br />
<br />
El peor papel de México en un Mundial, decían los diarios. Una selección débil, sin garra, vociferaban los narradores, acostumbrados a que el equipo perdiera “luchando”. <br />
<br />
Ayer, en la mesa en que estaba con unos amigos, nos fuimos quedando en silencio. <br />
<br />
Tuvimos el 78, y 44 años después era como si estuviéramos en el año negro: en el mismo sitio. </p>