El sastrecillo de Palacio, el gigante del Norte y el ogro del Sur
Como en la fábula de los hermanos Grimm, donde un sastre que había matado siete moscas se hace bordar en el cinturón la leyenda “Siete de un golpe” y eso hace que su fama crezca tanto que se envalentona y empieza a desafiar a los gigantes más con ingenio que con fuerza, así el Presidente de México ha comenzado a pregonar el discurso de que él puede ser el nuevo líder de Latinoamérica y el Caribe, que puede organizar y defender a los países de la región frente a las presiones y embargos del gigante imperialista.
Si ya el discurso de Andrés Manuel López Obrador, en pleno día de la Independencia de México y con la presencia del presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, fue interpretado por analistas como una “abierta provocación hacia los Estados Unidos”, no tanto porque le haya pedido al presidente Joe Biden levantar el embargo económico a la isla cubana, porque eso es algo que han hecho todos los gobiernos de México cada año en las últimas décadas, incluidos todos los “neoliberales” del PRI, ahora, la presencia de Nicolás Maduro en México, para asistir a la VI Cumbre de la CELAC que se realiza hoy, y que fue confirmada anoche de último momento, cuando se decidió que vendría el presidente de Venezuela representando a su país y no la vicepresidenta Delcy Rodríguez, convierte al foro regional convocado por México en un elemento de tensión que, indudablemente, será seguido con atención y con tensión por Washington.
Todavía el viernes la cancillería mexicana negaba de forma contundente que Maduro fuera a asistir a la Cumbre y, con cierto alivio por la incomodidad que —lo acepten o no— les va a generar la presencia del dictador venezolano en esta Cumbre, aseguraban que sólo estaría Delcy como la representante del gobierno madurista. Y es que tener juntos, en un mismo día y en un mismo foro al polémico Díaz Canel, señalado como represor por Estados Unidos, la Unión Europea y buena parte del mundo, y a Nicolás Maduro, que ha reprimido, perseguido y encarcelado a los opositores en su país configurando una dictadura de terror que se eterniza en el poder, no puede dejar de verse como una doble provocación a la Casa Blanca, que tendrá en territorio mexicano a dos presidentes que ha cuestionado y descalificado.
Primero a Díaz Canel, el pasado 16 de septiembre, en pleno desfile militar por la independencia, López Obrador le dedicó al mandatario cubano, al que trató de “estadista” y “líder”, un discurso que históricamente los mandatarios mexicanos dedicaban a hablar de la gesta heroica nacional o de los problemas y dificultades del país. Esta vez, más que hablar de los significados y trascendencia del movimiento libertador, el Presidente se dedicó a hablar de la situación de Cuba y de un gobierno al que elogió sin referirse nunca a las protestas recientes del pueblo cubano y a la represión con la que respondió su invitado de honor.
Como si no existiera la posición estadounidense, europea y de 25 países más que han acusado al presidente de Cuba y continuador del régimen de los hermanos Castro, de haber reprimido brutalmente y haber violado los derechos humanos de los cubanos, en su mayoría jóvenes, que protestaron contra el régimen el pasado 11 de julio, Andrés Manuel se desvivió en elogios y adjetivos para Díaz Canel, al que después recibió en privado en Palacio Nacional para asegurar la compra que México hará de millones de dosis de la vacuna cubana “Soberana 2”, a pesar de que no tiene aún certificación de la OMS.
El foro que utilizó el Presidente para presumir su apoyo y acercamiento a Díaz Canel y al régimen cubano, fue totalmente inapropiado. “El día de la Independencia de México es una festividad concebida para celebrar a nuestros héroes patrios y a su lucha independentista y fue un grave error de López Obrador dedicar la fiesta de México y de los mexicanos a la defensa de otro país que nos enfrenta con la nación de la que dependemos económicamente. Para eso está la Asamblea General de la ONU. Solicitar el fin del embargo de Cuba es algo que hemos hecho cada año desde hace varias administraciones”, dijo a esta columna un experimentado diplomático mexicano que pidió el anonimato.
ERAMOS MUCHOS Y PARIÓ MADURO
Y si ya la presencia de Díaz Canel y el tema de Cuba en el discurso de la independencia parecía un acto de provocación y desaire, no sólo a Washington sino a los mismos militares mexicanos que se matan por meses para preparar el desfile para que su esfuerzo pasara a segundo plano por la presencia del presidente cubano, anoche de plano la cancillería mexicana empezó a arder con las noticias que llegaban desde el cono sur: por un lado, de manera intempestiva y cuando ya estaba procesado por México que Delcy Rodríguez sería la representante de Venezuela en la CELAC, Caracas sorprendió a todos y puso a parir a Marcelo Ebrard y a su equipo de operadores, con el anuncio de que Nicolás Maduro había abordado el avión que lo traería anoche a México para ser él personalmente quien represente hoy a su país.
La presencia de Maduro le mete sin duda un ingrediente de presión y desafío a la Cumbre latinoamericana convocada por el gobierno de López Obrador, que ya había llamado la atención de Washington al filtrarse la versión de que uno de los temas a discutir por los casi 30 países asistentes era la “transformación radical de la OEA” que podría llevar a decretar la desaparición de ese organismo de la ONU para dar paso a un nuevo mecanismo multilateral en la América Latina, que estuviera fuera del control de los Estados Unidos y que, en palabras del subsecretario Maximiliano Reyes de la cancillería, “no estuviera tan a la derecha como hoy está la OEA de Almagro, y se moviera más hacia la izquierda”.
Si ya con la intención de desaparecer o cambiar radicalmente a la OEA en Washington se habían levantado varias cejas, con la confirmación de que Nicolás Maduro estará en territorio mexicano, codo con codo con Díaz Canel, ya a la izquierda de Andrés Manuel López Obrador, debió prender los focos rojos en la administración de Joe Biden, desde donde se metieron a operar fuerte en las últimas horas para definir e inclinar la balanza en la CELAC y su nuevo presidente.
Y es que la candidatura de Alberto Fernández para presidir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, que había sido impulsada por México y por López Obrador, como una forma de hacer contrapeso a la OEA con un presidente de izquierda, se vio completamente frustrada y tuvo que ser abortada ayer por dos razones: la primera que Nicaragua y El Salvador, es decir Daniel Ortega y Bukele, pactaron con Estados Unidos y decidieron no apoyar al argentino Fernández, con lo que no se alcanza el consenso por el que debe ser nombrado el presidente de la CELAC según los estatutos internos.
Pero además, para que no quedaran dudas de que esto no le gustó a Washington, al presidente de Argentina le estalló una repentina y fuerte crisis en su gabinete: el jueves le renunciaron cinco ministros de golpe y Cristina Fernández de Kitchner, su mentora, le exigió públicamente que depusiera a todo el gabinete para acabar con la crisis. Y Fernández, que se vio acorralado por Cristina y por las presiones de Washington, ayer anunció varios cambios y despidos en su equipo de gobierno, entre los que cesó al canciller Felipe Solá, a quien ya había enviado a México como su representante en la Cumbre de la CELAC.
Es decir, que no sólo Fernández no podrá ser presidente de la CELAC ni asistirá a la cumbre porque está apagando el fuego en su gobierno, sino que además el canciller Solá, que anoche aterrizó en México en el aeropuerto capitalino, ya había sido cesado mientras estaba volando desde Buenos Aires a la capital mexicana y aunque se quedará a representar a su país este fin de semana, a partir del lunes ya no tiene cargo.
Si todo eso generó la sola intención de López Obrador y de su canciller Marcelo Ebrard de jugar a la geopolítica y tratar de tomar el control de la OEA “para moverla más a la izquierda”, con las presiones y operaciones invisibles de Washington que no se ven pero se sintieron hasta el cono sur, habrá que ver ahora qué sucede tras la fotografía de mañana en la que aparezca el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador con Nicolás Maduro a su izquierda y Díaz Canel a la derecha, mientras la CELAC en su conjunto aprueba una moción para que todos los países latinoamericanos y caribeños asistentes le exigen a Estados Unidos levantar el bloqueo económico a Cuba. ¿Será que vienen tiempos de endurecimiento de Biden en su política hacia México?
En el cuento de los hermanos Grimm, el sastrecillo valiente lograba engañar a reyes, gigantes y cíclopes con su ingenio, mientras les hacía creer que la leyenda “Siete de un solo golpe”, se refería a haber matado a humanos, bestias y ogros, y no a las 7 moscas que mató mientras cosía en su taller. Veremos si el sastrecillo de Palacio también logra ganarle con su astucia al gigante del norte mientras camina con el ogro del sur y el troll caribeño.
NOTAS INDISCRETAS…
A pesar de que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) no cuenta al día de hoy con una ley, reglamento o normatividad que le dé sustento jurídico, su titular, Rosario Piedra Ibarra instruyó la creación de una nueva Coordinación de Intervención Pericial. A esta coordinación sin sustento legal y normativo deberán inscribirse todos los peritos médicos legistas, psicólogos y criminalistas que actualmente están distribuidos entre las seis visitadurías con las que cuenta la Comisión. Eso no es lo peor. La ombudsperson designó como encargada de esa nueva instancia a Virginia Guadalupe Cruz Domínguez, a pesar de que en este momento tiene un puesto administrativo como directora de área. Además de no contar con experiencia alguna en la defensa y protección de los derechos humanos en su trayectoria en la entonces Procuraduría General de Justicia, hoy Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Cruz Domínguez se ha caracterizado por malos tratos, amenazas y hostigamiento laboral hacia el personal. Además está acusada de realizar “dictámenes a modo”, por peritos y trabajadores de la FGJ, que presentaron una denuncia ante la Fiscalía de Servidores Públicos contra Cruz Domínguez, entonces directora de Programación y Supervisión, por amenazas, hostigamiento laboral y por no entregarles un bono que les habían prometido. Esta polémica se suma a la larga serie de errores cometidos con anterioridad por Piedra Ibarra, entre los que se cuenta haber designado como directores generales a quienes no cumplían con el perfil para el cargo encomendado. Un ejemplo es el de quien fuera Director General de la Sexta Visitaduría, el general Alexander Francisco Brewster Ramírez, quien falsificó su historia curricular y que una vez que fuera evidenciado no tuvo más remedio que renunciar a su cargo. Otro caso, y por cierto aún más polémico, fue el de Javier López Sánchez, quien fuera director General de la Cuarta Visitaduría General, que tiene como una de sus funciones principales todo lo relacionado con asuntos de la mujer. López Sánchez se vio envuelto en un escándalo por relacionarse sentimentalmente con una de sus subordinadas, con quien presumió fotografías de los viajes que hicieron. Al final, luego de las acusaciones del propio personal, tuvo que dimitir. Y mientras nombra a ese tipo de colaboradores polémicos y sin capacidad, otros funcionarios con experiencia y carrera dentro de la Comisión han tenido que renunciar por presiones y diferencias con Piedra Ibarra. Fue el caso del que fuera integrante del Consejo Consultivo de la CNDH, el Dr. José de Jesús Orozco Henríquez, quien renunció a su cargo a dos años de haber sido elegido por el Senado de la República, debido a diferencias graves con la titular. Es decir, con Piedra se va lo mejor y se queda lo peor en la CNDH…Ayer en Oaxaca, el gobernador Alejandro Murat le tuvo que entrar al quite y negoció con los trabajadores de la Sección 35 del Sindicato de la Secretaría de Salud, que amenazaban con irse a paro y con boicotear la visita del Presidente a tierras oaxaqueñas este fin de semana porque nadie había atendido sus demandas. Y es que la encargada de atender todos los temas del sector salud federal, incluidas las demandas del sindicato, la senadora Susana Harp, nunca se dio tiempo para recibir a los trabajadores de la 35 que estaban molestos por la falta de atención a sus denuncias. Lejos de atender el encargo personal que le hizo López Obrador, Susana Harp viajó ayer a Los Angeles, según lo presumió en sus cuentas de redes sociales, donde dijo que había sido por “paisanos oaxaqueños”, con los que se fue a hacer campaña a tierras californianas. ¿No le vendría mejor a doña Susana atender los problemas de los trabajadores de salud que sí votan que andar ganando simpatías para su posible candidatura a gobernadora oaxaqueña en Los Ángeles? Digo, de paso no haría quedar mal al Presidente que le confió los problemas de salud en Oaxaca… Los dados mandan Serpiente Doble. Semana de altibajos.