Opinión

La reforma al Internet para Todos de la CFE tiene la capacidad de dinamitar el T-MEC

Javier Tejado Dondé

Este problemón, ni el habilidoso Marcelo Ebrard lo podrá arreglar con EU y Canadá.

El domingo pasado el candidato republicano Donald Trump señaló en un mitin en Wisconsin que pondría aranceles de 200% a los vehículos que México exporta a Estados Unidos. Así su ánimo proteccionista para ganar votos. De igual manera, la candidata demócrata, Kamala Harris, ha expresado la necesidad de revisar la operatividad del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en lo referente a vehículos.

El T-MEC no permite que por mero capricho se impongan aranceles a productos de otro país. El tema es que los gobernantes buscan pretextos para imponer esas tarifas y la semana pasada le acabamos de dar uno GRANDE a los norteamericanos para que cobren revancha contra México y sus industrias. Y es que la Cámara de Diputados aprobó la reforma en materia de industrias estratégicas que nos coloca de manera expresa en un escenario de violación al artículo 18.8 del T-MEC.

Lo anterior porque con la modificación al artículo 28 constitucional se establece que NO constituirá monopolio el servicio de internet que provea el Estado. Ello significa que la empresa que provee servicios de internet por parte del gobierno, llamada CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos (TEIT), tendrá un trato diferenciado, más favorable, que el resto de los operadores que ofrecen el servicio en México.

Ese trato diferenciado le permitirá a la CFE, por ejemplo, ofrecer servicios de internet a precios por debajo de su costo real y, con ello, distorsionar el mercado de telecomunicaciones. Cualquier otro operador que decidiera actuar de la misma forma se vería sujeto a procedimientos sancionatorios por parte del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

Otro asunto que nos posiciona en otra violación al T-MEC es el precio que estaría pagando CFE por el espectro radioeléctrico con el que da sus servicios. Y es que CFE se está tratando de quedar con la empresa Altán Redes. Para ello, lanzó en julio pasado una oferta a los acreedores de Altán con la cual se la quiere quedar, pagando 10% del valor de su deuda, que suma 33 mil millones de pesos. Así, con apenas 3 mil millones de pesos la CFE se va a quedar con la explotación del espectro de la importante banda de 700 MHz. Por bandas equivalentes, cualquier otro operador privado pagó 10 veces más.

Dicho de otra forma, CFE pretende competir directamente con operadores, con un espectro por el que el Estado dejó de recibir 32 mil millones de pesos entre 2018 y 2024, bajo el pretexto de que Altán operaría como “red mayorista” (sin dar servicio al público). El problema ahora es que CFE no pretende ser mayorista, ni tampoco dar internet a poblaciones rurales sin cobertura.

Así, la CFE se estará quedando con espectro que vale miles de millones de pesos con un descuento y, además, nadie va a poder revisar si los servicios que presta son de bajo de costo, dañando a los competidores privados (todos con inversión extranjera) que apostaron por una competencia “pareja” en México.

Es delicado que la CFE ponga en riesgo al T-MEC y a cientos de empresas mexicanas exitosas que van a recibir tarifas compensatorias de castigo cuando su paso por las telecomunicaciones ha sido desastroso: según reportes de la cuenta pública de 2020 a 2024, sabemos que en cinco años de existencia CFE TEIT ha gastado 42.6 mil millones de pesos y apenas dice tener 536 mil usuarios públicos y privados, casi nada en un país de 130 millones de personas. Adicionalmente, ya reporta pérdidas por casi 9 mil millones de pesos.

Resulta increíble que el nuevo gobierno quiera insistir en un proyecto que cuesta mucho dinero, que difícilmente generará resultados mínimamente aceptables y que pondrá en riesgo a sectores que son altamente exportadores, como el automotriz, la fabricación de autopartes, la industria de manufactura de enseres domésticos, entre otros que exportan a EU mercancías por 422 mil millones de dólares.

Este problemón, ni el habilidoso secretario de Economía, Marcelo Ebrard, lo podrá arreglar con Estados Unidos y Canadá. Quizá lo más conveniente sea que el Senado revisara lo aprobado por diputados, para no poner en riesgo nuestra economía al apoyar un plan del sexenio anterior, que además ha sido ineficiente. Por cierto, cuando ayer se le preguntó del tema a la presidenta Claudia Sheinbaum, en su mañanera, dijo que CFE sólo prestaría internet “a los poblados más alejados”. Eso no es lo que estarán haciendo. Le deberían contar la película completa… y los riesgos.

X: @JTejado
 

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