La filtración conocida como #TelevisaLeaks ha sido presentada como una bomba periodística, y lo es. Pero también es, al mismo tiempo, un espejo incómodo de cómo funciona el poder en México, donde medios, políticos, jueces y periodistas juegan un mismo juego: el de la influencia, la simulación y la conveniencia.

Por un lado, la investigación revela una operación de guerra sucia orquestada desde el corazón de Televisa, coordinada por Javier Tejado Dondé y ejecutada con el respaldo de la empresa Metrics to Index. Entre los beneficiarios directos, el exministro Arturo Zaldívar. Una red de bots, perfiles falsos, videos editados, chats inventados, contratos millonarios y líneas editoriales vendidas al mejor postor.

Pero que nadie se haga el ingenuo. Si Televisa es el villano, es porque jugaba un juego en el que todos los demás también participaban, unos por acción, otros por omisión. Aquí no hay vírgenes ofendidas. Hay una guerra de lodo entre quienes han hecho de la política, la justicia y la información un negocio personal.

Televisa, por supuesto, no es víctima de nada. Es un actor político con antena y rating. Su historial de manipulación, censura y montaje es legendario: de los abrazos a Peña Nieto a los guiones de telenovela disfrazados de noticiario. Lo grave no es que lo siga haciendo, sino que todavía haya quien se sorprenda.

Javier Tejado, señalado como cerebro de estas operaciones, reacciona con un comunicado donde acusa extorsión. Un clásico: cuando ya no puedes negar el fuego, gritas que te quemaron por venganza aunque, con todo, quizá Tejado tenga razón, muy cuestionable resulta el perfil del acusador y el de la divulgadora que lleva días sin hablar de otra cosa. Uno con diagnóstico psiquiátrico y la otra con sed de vendetas.

Aquí nadie está limpio, no hay buenos ni malos, solamente un choque de intereses que acaba en un chismarajo digno de La Rosa de Guadalupe y con las mismas consecuencias: del entretenimiento no pasará.

El caso #TelevisaLeaks es la fotografía exacta de cómo opera el poder en este país. Y en esa imagen, todos, absolutamente todos, tienen las manos sucias.

DE COLOFÓN:

El gobierno federal acaba de asaltar al Poder Judicial a plena luz del día. Nacional Financiera transfirió más de 10 mil millones de pesos a la Tesorería sin consentimiento del Consejo de la Judicatura, violando su rol como fiduciario. Ese dinero estaba destinado a jueces y magistrados afectados por la reforma judicial.

El CJF no fue consultado ni informado: simplemente le quitaron los recursos. Es un acto grave, ilegal y autoritario que confirma lo que muchos temen: la reforma al Poder Judicial comenzó con un saqueo.

Urge que todos los aspirantes a ministro respondan: ¿qué opinan de que el Ejecutivo le haya robado al Judicial? Su silencio los hace cómplices.

En un entorno donde pocos medios perduran, Quadratín celebra más de dos décadas de periodismo sólido e independiente. Fundada por Francisco García Davish en 2002, hoy cuenta con 21 representaciones en México y pronto abrirá sede en Durango.

Su nueva apuesta: Quadratín Hispano, con base en la zona triestatal de EU, bajo la dirección de Leo Espinoza.

Felicitamos a García Davish por liderar uno de los proyectos informativos más longevos y visionarios del país.

@LuisCardenasMX

Google News

TEMAS RELACIONADOS