A Morena y AMLO, ¿sí les fue tan-tan mal?
Los mexicanos votaron sofisticadamente: castigaron por aquí, premiaron por allá, dividieron por acullá
Independientemente de lo de Morena y el Presidente en el Poder Legislativo, y otras evaluaciones que hay que hacer, no olvidemos la mejor noticia de este proceso electoral: la alta participación ciudadana en los comicios federales, los de la Cámara de Diputados. En 2015, que es la elección equivalente más cercana, había participado el 47%. Este 2021 participó el 52%, cinco puntos porcentuales más. En ese entonces salieron a votar 39 millones de mexicanos y el domingo pasado lo hicieron 49 millones, diez millones más. Gran noticia en medio de tanta violencia electoral, que costó la vida de 100 políticos, 36 de ellos aspirantes y candidatos, de acuerdo al conteo de la consultora Etellekt. Y gran noticia en un contexto de trivialización de la política, donde tantos candidatos se dedicaron a bailar, cantar y hacer chascarrillos o performances vía redes sociales.
El INE, que recibió tantas amenazas y amagos (que había que exterminarlo, que había que enjuiciar a algunos de sus consejeros, etcétera), salió muy fortalecido: tejió una gran organización en medio de la pandemia, logró la instalación de las casillas en no pocas zonas violentas, garantizó el eficiente desempeño de cientos de miles de ciudadanos que fungieron como funcionarios de casillas, vecinos que son quienes cuentan los votos, y la eficacia de sus conteos rápidos, casi idénticos a los resultados del PREP, dio una enorme tranquilidad a todos el lunes pasado. No hubo grandes reclamos de fraude y, salvo casos aislados, todo ha transcurrido en paz durante los conteos distritales.
Si antes de los comicios el INE tenía la aprobación del 68% de los mexicanos, la más alta calificación entre las instituciones políticas del país, incluida la del Presidente, no sería extraño que ahora lo aprueben al menos siete de cada diez mexicanos. Estupenda noticia para la consolidación de nuestra democracia. ¿O no?
Twitter: @jpbecerraacosta