Opinión

Un triunfo con sabor a fracaso o el día que falló Adán

Salvador García Soto

Aunque no fue el peor resultado para el gobierno, esa votación tampoco fue el “triunfo histórico” que ayer pregonó a los cuatro vientos el Presidente

Detrás de la triunfalista y estridente celebración del presidente López Obrador, por el fallo de la Corte sobre su Ley de la Industria Eléctrica, se esconde en realidad un rotundo fracaso no sólo del mandatario, sino de su operador político estrella y hombre de mayor confianza, Adán Augusto López. Porque a pesar de que el secretario de Gobernación prácticamente se pasó dos días metido dentro del Palacio de Justicia para tratar de “convencer” a los ministros, al final no logró obtener los 6 votos que la 4T necesitaba para que la cuestionada ley eléctrica fuera declarada constitucional por el pleno judicial.

Aún cuando se afanó con todo en reuniones de cabildeo con dos ministros, Juan Luis González Alcántara y Alberto Pérez Dayán, a los que les pedía su voto para aprobar el proyecto de sentencia de la ministra Loretta Ortíz, Adán Augusto no pudo lograr que ninguno de esos ministros votara a favor y mucho menos pudo convencer —aunque con ella no lo intentó personalmente sino a través de enviados— a la ministra Margarita Ríos Farjat, que se opuso al proyecto bajo argumentos de no dañar la competencia en el sector eléctrico ni afectar contratos ni inversiones por privilegiar a la empresa estatal, aun cuando se dijo a favor de la rectoría del Estado en el sector energético.

Es decir que, al final, el operador político del Presidente no pudo lograr, entre el martes y el miércoles que prácticamente hizo base en la sede de la Corte, un solo voto adicional a los que ya tenían “amarrados” en la 4T antes de la sesión del jueves, cuando ya se contaban a favor los votos de la ministra ponente, Loreta Ortíz; el de la ministra Yasmín Esquivel, y el del ministro presidente Arturo Zaldívar; mientras que al ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena ya lo habían “convencido” desde antes de la discusión en el pleno, con el ofrecimiento de impulsar su candidatura a presidente de la Corte en noviembre próximo y darle “los votos de los ministros de la 4T”.

Y esos 4 votos, que no fueron mérito de Adán Augusto, apenas alcanzaron para evitar que la Ley eléctrica de López Obrador fuera declarada “inconstitucional” y desechada definitivamente por la mayoría de 8 ministros, que no se alcanzó por un solo voto. Aunque no fue el peor resultado para el gobierno, esa votación tampoco fue el “triunfo histórico” que ayer pregonó a los cuatro vientos el Presidente, porque a pesar de que le Ley queda viva, al no haberse declarado constitucional, los casi 200 amparos interpuestos por empresas se reactivan y tendrán que ser resueltos en los juzgados y tribunales con amplias posibilidades de ganarle la batalla jurídica al gobierno federal.

¿Qué pasó entonces con el “gran operador estrella” que todos consideraban como el as político del gabinete? Pues que le falló al Presidente al no haber podido lograr los dos votos que se necesitaban para un resultado que era estratégico para López Obrador, sobre todo a partir del escenario completamente adverso que se ve venir en la Cámara de Diputados, donde la 4T tampoco ha podido lograr un solo voto de priistas y panistas, mucho menos de MC o el PRD, para alcanzar la mayoría calificada para que pase su iniciativa constitucional de Reforma Eléctrica.
El miércoles santo de la próxima semana comenzará un viacrucis para uno de los proyectos ideológicos prioritarios de la administración lopezobradorista: el cambio del modelo eléctrico actual, y la reversión de los contratos privados de la reforma eléctrica de Peña Nieto, para devolverle a la CFE el control monopólico de la generación y venta de electricidad en el país.

El revés constitucional que se anticipa en vísperas de los días santos para López Obrador y su adorado y protegido Manuel Bartlett, será monumental y ni siquiera su Ley de Industria Eléctrica, que quedó como un Frankestein, viva pero maltrecha, y muy fácil de combatir y de tirar a través de los amparos y las demandas internacionales en el marco del T-MEC, les servirá para sus intenciones de empezar a cancelar y desconocer contratos de autoabasto y de producción de energías limpias, como ayer ya se anunciaba en un chat informativo de la Presidencia de la República.
Todo lo que en Palacio Nacional y la CFE decidan hacer, a partir de su pírrica y mentirosa victoria en la Corte, podrá ser combatido y revertido a través de demandas que, por derecho y por número, terminarán por tirar a una ley que una mayoría de 7 ministros calificó de “inconstitucional” y que no alcanzó los votos suficientes para quedar firme como una ley totalmente apegada a la Carta Magna, fortaleciendo los argumentos con los que el bloque opositor va a rechazar y a desechar la reforma constitucional eléctrica que irá directo a la crucifixión en la semana mayor.
Parece pues que el “macaneo” de López Obrador, que tanto presume en el campo de beisbol, se convertirá más bien en un ponche automático en el campo legislativo, donde ni con su bateador estrella, su paisano y hermano tabasqueño, Adán Augusto López, el Presidente podrá conectar su controvertida reforma eléctrica que morirá aún antes de haber visto la luz.

NOTAS INDISCRETAS…
Para que no queden dudas de que el PRI irá “unido y en bloque” con sus aliados del PAN y PRD en contra de la Reforma Eléctrica el próximo miércoles en San Lázaro, el dirigente nacional del PRI, Alejandro 'Alito' Moreno, convocó este domingo a una sesión del Consejo Político Nacional en la sede nacional priista. Ahí, el máximo órgano de dirección del priismo, que es el único que puede dictarles “línea” a los diputados de ese partido, aprobará un acuerdo para que “ningún diputado de la bancada federal del PRI vote a favor de la iniciativa constitucional de López Obrador”, so pena de ser acusado de traicionar los estatutos del partido y ser expulsado de inmediato de las filas tricolores. La medida estatutaria busca dejar claro que no habrá “priistas rebeldes”, como lo dijo el Presidente y que el PRI cerrará filas con la Alianza Va por México, en una votación que sentará un precedente importante para lo que resta del sexenio y para frenar cualquier reforma constitucional que atente contra la democracia y el interés del país, como la anunciada Reforma Política con la que López Obrador quiere modificar al INE y al Tribunal Electoral, según les ha dicho el dirigente Alejandro Moreno a los consejeros políticos de su partido que están convocados para sesionar este domingo. ¿Será que con esto el Presidente dejará de referirse a los priistas como si fueran prostitutas políticas a las que puede convencer con discursos demagógicos de amor a la Patria?.. Hablando de ofertas y transacciones políticas, al ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, al que le prometieron “los votos de la 4T” a cambio de que votara a favor del proyecto de la Ley de Industria Eléctrica, ni siquiera eso le van a poder cumplir. Porque a la luz de la votación del pasado jueves, en donde apenas tuvieron 3 votos a favor, más el de Ortiz Mena, la 4T no tiene ninguna mayoría en la Corte como para garantizarle al ministro que le harán ganar la presidencia del máximo órgano judicial. O sea que si por eso vendió su voto don Alfredo, ya se puede ir olvidando de que ni Adán Augusto, ni el Presidente o quién se lo haya prometido, lo harán presidente de la Suprema Corte… Los dados mandan Serpiente Doble. Semana intensa y complicada. 
 

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