Opinión

¿Y dónde está Cabeza de Vaca?

Salvador García Soto

Es claro que Cabeza de Vaca intenta ganar tiempo para que la Corte acepte la Controversia de su Congreso y eso deje sin efecto el desafuero aprobado por los diputados

La desaparición del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, que lleva una semana sin ser visto en su estado, que algunos reportes de inteligencia federal ubicaban en McAllen, Texas, donde tiene una casa, y que solamente fue visto en un video grabado con el que respondió al desafuero aprobado por la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados el pasado viernes, ha hecho que se desaten toda clase de especulaciones y preguntas sobre cuál es el paradero actual del mandatario de Tamaulipas, a quien la Fiscalía General de la República le tiene abierto un proceso penal.

Aunque el tema de su desafuero, cuya competencia constitucional se disputan en estos momentos la Cámara de Diputados federal y el Congreso local, con distintas interpretaciones de la Constitución y de su artículo 111, terminará en la Suprema Corte de Justicia que tendrá que atender la controversia constitucional que ya interpusieron los diputados locales del PAN, y es muy probable que eso ocurra esta misma semana si los ministros consideran el caso de “urgente resolución”, lo que no se ve aún claro es qué sucede con la situación legal de Cabeza de Vaca y si la Fiscalía General de la República solicitará en algún momento una orden de aprehensión y una ficha roja a la Interpol.

La tensión y el nerviosismo que rodean a este caso inédito e histórico de desaforar a un gobernador en funciones, se manifestaban ayer en hechos y versiones que hablan de la confusión que priva el asunto. Por un lado, los rumores de que el mandatario de Tamaulipas ya no está en su estado y que desde el sábado cortó comunicación con sus principales colaboradores, que se abonaba con versiones de portales de internet que aseguraban que el CNI que dirige el general Audomaro Zapata ya buscaba a Cabeza y tenía informes de que se habría movido de su casa en McAllen a la ciudad de Nueva York. Esas versiones eran desmentidas anoche por voceros del gobierno tamaulipeco que aseguraban a esta columna que “es falso, el gobernador está en Victoria y no se ha movido de ahí”, aunque no explicaban por qué la ausencia de varios días en actividades públicas.

Y por otra parte, anoche el tema se calentaba todavía más con un mensaje en Twitter del senador Ricardo Monreal, que afirmaba textual: “En Tamaulipas, la FGR debe solicitar orden de aprehensión y notificación roja (Interpol) para localizar y detener a la persona, y el Congreso de Tamaulipas nombrar gobernador sustituto. Declarar desaparición de poderes en un estado es facultad del Senado. Reconducción institucional”, decía el líder de la mayoría de Morena en algo que parecía claramente una advertencia, de que si el Congreso local, de mayoría panista, no procede al nombramiento de un gobernador sustituto, la bancada morenista invocaría la falta de gobernabilidad en el estado y desaparecería ya no sólo al Ejecutivo estatal, sino a los poderes legislativo y judicial del estado, según establece el artículo 76 constitucional.

El escenario que dibuja Monreal, aunque parece extremo, lo tienen considerado desde hace semanas en la 4T. Y es que ante la ausencia del gobernador y el que no se presente voluntariamente a comparecer ante la FGR, es claro que Cabeza de Vaca, intenta ganar tiempo para que la Suprema Corte acepte la Controversia de su Congreso y eso deje sin efecto el desafuero aprobado por los diputados. Pero, aún cuando la Corte diera entrada a la impugnación constitucional, hay una tesis de Jurisprudencia que podría anticipar un revés para la estrategia jurídica de Tamaulipas y dejar totalmente vulnerable y a disposición de la justicia federal al gobernador hoy desaparecido.

La tesis de Jurisprudencia fue dictada por el Tribunal en pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 2004, publicada en el Semanario Judicial y su Gaceta, en el tomo XX en octubre de 2004 y dicta, en esencia, que la Controversia Constitucional es notoriamente improcedente contra actos de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión realizados dentro del procedimiento de procedencia (desafuero). En la página 7 del citado tomo XX, dice textual: “Declaración de Procedencia se actualiza un motivo manifiesto e indudable de improcedencia del juicio de amparo, respecto de los actos emitidos por la Cámara de Diputados y la Sección Instructora, durante el procedimiento relativo”.

Es decir, que según nos comentan abogados expertos en derecho constitucional, en esa tesis la Corte estableció que los actos dictados durante el procedimiento de declaración de procedencia son inatacables a través del juicio de garantías, dada su naturaleza y finalidad; criterio que resulta aplicable a las Controversias Constitucionales, como la que en este caso interpuso el Congreso de Tamaulipas. Segun esa tesis, el mismo artículo 111 constitucional, en el párrafo sexto, establece que los actos de la Cámara de Diputados en los juicios de procedencia, son definitivos e inatacables, lo que significa que no pueden ser cuestionados en controversia o en cualquier otra vía.

Así que veremos qué dicen los ministros de la Corte sobre esta controversia y qué tan rápido la resuelven. Porque entre más tiempo pase y Cabeza de Vaca no aparezca ni acuda a comparecer ante la FGR, el asunto se volverá cada vez más tenso y ya no sólo el gobernador desaforado y destituido por la Cámara de Diputados peligra, sino también los diputados del Congreso local de Tamaulipas, que si una vez dictado el criterio de la Corte no proceden a nombrar a un gobernador sustituto, podrían incurrir en un desacato, eso si antes Monreal no cumple su amenaza de declarar la desaparición de poderes en el estado.

Al final la pregunta, como en aquella comedia de enredos que empieza a parecerse mucho a la realidad y a la lucha política en el país, es: ¿Y dónde está el gobernador?.

NOTAS INDISCRETAS…

La respuesta del titular del Poder Judicial, a la cacería emprendida desde el gobierno de López Obrador en contra del juez federal Juan Pablo Gómez Fierro, llegó ayer domingo con un tuit breve del ministro presidente Arturo Zaldívar, que puso en su cuenta de Twitter: “El Consejo de la Judicatura Federal tiene sus propios medios de control y no ha encontrado nada irregular en relación con el juez Gómez Fierro, a quien seguiremos garantizando, como a todas las personas juzgadoras federales, su plena autonomía”. Es la primera respuesta que da el presidente de la Corte a los ataques reiterados del presidente y sus colaboradores contra jueces federales, en particular contra el juez Gómez Fierro, a quien le han abierto toda clase de investigaciones y búsquedas desde el SAT, la UIF y toda la artillería de persecución lopezobradorista. El mensaje del ministro presidente sin duda es importante y hacía falta, porque hay en el Poder Judicial, incluso entre sus mismos compañeros ministros de la Corte, quienes piensan que el silencio que guardó por varios días Zaldívar era no solo “penoso” sino “lamentable” porque desde Palacio Nacional han sido totalmente descuidados y temerarios al generalizar sobre “la corrupción de los jueces” en algo que lastima y ofende a la moral y la mística, incluso el ánimo, de los juzgadores federales de todos los niveles. Y que quien es su presidente no los defienda como debe hacerlo, cala todavía más. El viernes, en una entrevista que le hice en Las Noticias de la Noche de El Heraldo TV, la ministra Margarita Ríos Farjat fue clara y contundente: “No se puede ni se debe generalizar cuando se califica el trabajo de los jueces. Generalizar sobre la corrupción, en esta actividad y en cualquier otra es un grave error, porque se afecta la moral y el ánimo de jueces que sí hacen bien su trabajo. Es equivocado e injusto”… Hablando de lo “inatacable” y lo “inapelable” en los fallos o resoluciones de ciertos órganos o poderes constitucionales, un doctor en derecho que fue alumno del maestro Ignacio Burgoa Orihuela, cuenta que en una clase en la Facultad de Derecho de la UNAM, el constitucionalista le explicaba a sus alumnos qué significaba lo “inatacable” de algunas decisiones y durante varios minutos, les dio una cátedra sobre el concepto con lujo de detalles. Cuando Burgoa terminó su explicación y la clase también, el maestro se disponía a salir del aula cuando un alumno desde atrás le gritó: “¿Y lo inapelable maestro, qué significa?”. Apurado y ya con sus cosas en la mano, el gran doctor dijo a sus alumnos: “Es cuando ya te la pelaste hijo”… Los dados mandan Serpiente doble. La semana no pinta bien.

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