Pero los expertos también afirman que uno de los grandes negativos de López Obrador son sus declaraciones fuera de contexto que le generan rechazo de la ciudadanía.
Su forma de vestir, dice, no es muy moderna, más bien conservador —con guayaberas, a veces trajes—, y cuida su imagen sin llegar al extremo, pues busca llegar a un mayor número de segmentos.
“Su vestimenta no lo hace diferente, sino más incluyente, a partir de una apariencia pulcra y cuidada”, aseguró.
“Andrés Manuel entiende o varía su vestuario y su imagen de acuerdo a la audiencia que está visitando, lo cual se me hace un acierto. Se produce de acuerdo a la audiencia a la cual dirige su discurso, lo que es muy adecuado, es correcto”, dijo.
“Pinta una imagen más fresca, usa más el blanco, se corta un poco más el pelo, ya no anda desalineado, lo hace suficiente como para verse más fresco”, explicó.
Su vestimenta comunica mucho con el pueblo, ya que en muchas ocasiones no es una vestimenta formal, pero sí más arreglada que hace cinco años y eso lo hace “para conectarse a un nivel de las masas”.
“Ha trabajado mucho, ha ido hasta la última oportunidad, ha visitado una, dos o tres veces los municipios, sabe lo que les duele, esa imagen la está transmitiendo al pueblo, es lo que le está subiendo los niveles de aceptación”, dijo.
Gisela Rubach ve a un López Obrador más asentado, incluso con una imagen más paternalista.
Ve a un AMLO más incluyente con otros sectores, como el empresarial, y abierto a hacer alianzas con otros partidos, como el PT y PES, éste último, el que más ruido le ha generado.
“Andrés Manuel tiene un nivel de conocimiento más alto, y su gran reto es mantenerse y no cometer errores, tropezar y caer”.

Esta vez, el líder de Morena se ha abierto a mostrar a su familia, algo que han calificado como acertado, pues al exterior genera confianza, lo humaniza y muestra a una persona en la que puedes confiar y depender.
El consultor en marketing político, Marco Antonio Sifuentes, afirma que esa estrategia es resultado de una asesoría de expertos.
“Sin duda dicen que la mejor improvisación es la que se prepara, y en López Obrador no lo veo distinto”, afirmó.
Expone que “la parte de Andrés Manuel para mostrar a su familia es para generar empatía con el electorado, eso sin duda es una buena estrategia” para ganar votos.
Al hablar del documental autobiográfico Esto Soy, de AMLO, Sifuentes expone que “es acertado para Andrés Manuel López Obrador encontrar éste tipo de piezas de comunicación, que tratan de contar una historia, en esta parte, su historia, de manera natural, sin actuaciones, sin una sobreproducción, eso le da buena empatía hacía la gente”, explica.
Anna Laura Montiel coincidió en que antes era reacio a mostrar a su familia, pero a partir de una asesoría que le han dado en esta tercera campaña busca una exposición más transparente, ya que quiere mostrar a una familia muy ordenada, con una serie de valores de unión, compromiso, trabajo y armonía.
“Ahora López Obrador te presenta a sus hijos, es decir ‘soy como tú, tengo una familia ordenada, puedo ser un buen presidente, vengo desde abajo’. Creo que todas las ideas de Andrés Manuel tienen ahora una estructura desde el punto de vista del marketing político y la imagen pública.
“Los políticos cuando muestran a su familia, buscan mostrar que son como tú, pero que además tiene una familia ordenada, porque al hablar de familia te vincula a una serie de valores como la unión, el compromiso, el trabajo, la armonía”, precisó Anna Laura Montiel.
Gisela Rubach coincide en que normalmente los candidatos tratan de humanizarse mostrando a sus familias, y en este caso López Obrador también lo hace para tachar los señalamientos contra sus hijos.
Sara Calvo dijo que su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, toma un papel fundamental en esta parte de la campaña: “Es un ejemplo, y una gran estrategia, porque es ejemplo de ser una persona familiar, es el ejemplo ideal que la gente quiere ver. La gente no quiere ver a un dictador solo, quieren ver a una persona”.