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El politólogo criticó que en medio de la tragedia, con más de 300 muertos, se ve a los “actores políticos parándose el cuello, tomándose la foto y hacerse los solidarios cuando tienen una nula credibilidad”.
“No solo es destinar recursos, que por supuesto son recursos públicos y que lo importante que se expresa es que hay un consenso social de que ese recurso en manos de los partidos es dinero tirado a la calle”, aseveró.
Sobre el Presupuesto, dijo que todavía está en manos de los diputados y pueden aprobarlo en los próximos días con un nuevo proyecto generado por la Secretaría de Hacienda.
“Este dinero no puede llegar a los partidos. Asumir que no son asuntos de capacidad legal, no es posible. Claro que se puede hacer [dar las prerrogativas a los damnificados], los partidos pueden cambiar la Constitución cuando se les dé la gana”, aseveró.
Aseguró que la mayor parte de la clase política ha optado por estar lejos de los reflectores, guardando un estratégico silencio.
“Sin embargo, una cosa son los políticos y los partidos, y otra las autoridades que tienen responsabilidad, desde el Presidente, hasta los delegados. Una cosa es que el dirigente de un partido, un diputado o un senador guarden silencio, y otra las autoridades que tienen responsabilidad como el delegado, el jefe de Gobierno y el Presidente; ellos tienen que rendir cuentas”, dijo.
Sobre el papel de la sociedad, afirmó que ésta reaccionó inmediatamente ante la tragedia porque sus decisiones no son parte de una estrategia como las de los políticos.
El especialista dijo que la sociedad civil ha despertado ante la tragedia y hoy tiene la capacidad de influir en las decisiones y la agenda pública para que los ciudadanos estén en el centro de la política.
“Lo que se ha dicho del gobernador de Morelos y su esposa me parece terrible, no sabemos si sea cierto o no, pero que quisieran manejar la ayuda de manera clientelista
“El jefe de gobierno de la Ciudad de México [Miguel Ángel Mancera] parece ausente y toda la respuesta del aparato ha sido deficiente”, criticó.
José Fernández Santillán, doctor en Historia de las Ideas Políticas por la Universidad de Turín, Italia, aseguró que tras el sismo, México vive un “redespertar” de la sociedad civil, luego del terremoto de 1985, cuando la gente salió a las calles a ayudarse y sacar a sus familiares o vecinos de entre los escombros.
“En 1985 el gobierno estuvo ausente, tardó en reaccionar por lo menos cuatro días y lo único que hizo el presidente Miguel de la Madrid fue sacar al Ejército a las calles a mantener el orden, cuando lo que se necesitaban eran picos y palas”, dijo.
El experto destacó que ahora hay una sociedad que está trabajando con los gobiernos, federal, estatal, con el Ejército, Marina y Policía en las labores de rescate.
El también académico del Tec de Monterrey, quien vivió en carne propia el sismo del pasado 19-S, afirmó que quienes han tenido un comportamiento deleznable y vil han sido integrantes de la clase política, la cual ha caído en la “rapiña, egoísmo y una actitud que poco le importa a la gente y menos al país, sobre si donarán sus recursos para la reconstrucción”.
Mauricio Merino, profesor investigador del CIDE, expresó que tras la tragedia, lo que hoy toca no es criticar, golpear o hacer escarnio de la clase política, sino lo que es urgente es crear un fondo para la reconstrucción de México, que sea vigilado y articulado por la propia sociedad.
“Tiene que haber un acuerdo nacional que recupere el dinero que ha venido del extranjero, el dinero que se ha depositado en los bancos, los recursos que dicen que van a aportar los partidos y el dinero que aporten los empresarios mexicanos”, dijo.
Todos esos recursos, explicó, deben depositarse en un solo fondo y dirigirse con absoluta transparencia.