“¡Justicia, que paguen los culpables!, ¡el sistema en el que vivimos no es justo, por eso queremos que se acabe!, y mi hermano luchaba por eso”, gritaba Socorro Vásquez Villegas, hermana de una de las cinco víctimas del ataque armado ocurrido la tarde del lunes.
Los cuerpos fueron entregados ayer al mediodía a los familiares y en la agencia Vicente Guerrero, de Zaachila, se llevó a cabo un pequeño velorio para trasladarlos más tarde a sus lugares de origen.

El pasado lunes, el candidato a legislador local por el Distrito 21, con cabecera en Ejutla, de la coalición Juntos Haremos Historia, tenía en su agenda un acto político en San Vicente Coatlán, a las 16:00 horas.
Emigdio López y sus acompañantes —añade— se limitaron a realizar un recorrido por las calles de San Vicente Coatlán. Al término de la actividad emprendieron el regreso a bordo de dos camionetas, en una el candidato con cuatro personas más, y en la otra dos.

En el ataque murieron el aspirante y cuatro coordinadores distritales de Morena. Los ocupantes de la otra unidad lograron escapar de la agresión armada, pero fueron heridos de bala y son reportados como estables.

San Vicente Coatlán mantiene un conflicto agrario por la disputa de 19 mil 600 hectáreas con el municipio de Sola de Vega, que en la última década ha generado al menos 14 muertos.

Apenas el pasado 30 de marzo de 2018, 50 familias fueron desplazadas violentamente de sus hogares y tierras en San José Obrero Paso Ancho, comunidad de Villa Sola de Vega, municipio que se encuentra en la Sierra Sur de Oaxaca, por pobladores de San Vicente Coatlán.
Un mes antes, el 28 de febrero, perpetraron un ataque armado en la agencia municipal Rancho Viejo, también de Villa Sola de Vega, donde un niño de 10 años murió tras ser alcanzado por una bala.
Pero detrás de este conflicto agrario, como reconocen los agentes de Seguridad Pública apostados en Paso Ancho y las autoridades municipales de Sola de Vega, también se encuentra la pelea por tierras para cultivos ilícitos como la marihuana.