Designan a Heliodoro Díaz delegado de Segob en Oaxaca; diputados de Morena rechazan nombramiento
Fracción parlamentaria de Morena presentó un punto de acuerdo para exhortar a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a que reconsidere la designación
Oaxaca de Juárez.- Heliodoro Díaz Escárraga, hasta el fin de semana pasado titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPCO), fue designado como delegado en Oaxaca de la Secretaría de Gobernación (Segob), nombramiento que aún no se ha oficializado pero que ya causó el rechazo de los diputados locales de Morena, quienes piden que se reconsidere el nombramiento.
Para ello, fracción parlamentaria de Morena en la 64 Legislatura del Congreso del Estado presentó un punto de acuerdo para exhortar a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a que reconsidere la designación de Díaz Escárraga como representante de o dependencia a su cargo.
En el documento presentado ante la sesión de la Diputación Permanente, aseguraron que el extitular de la CEOCO debe ser “juzgado por la represión gubernamental al movimiento social de Oaxaca en el 2006”.
Este funcionario, aseguraron, es responsable de violaciones graves a derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, como detenciones arbitrarias, tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales.
Heliodoro Díaz Escárraga fue secretario general de Gobierno del entonces gobernador Ulises Ruiz Ortiz, y de acuerdo con los diputados de Morena, fue parte de la llamada “burbuja” o círculo político y personal más cercano al ex gobernador y en el que se definían las estrategias y las líneas de acción de “ese fallido gobierno represor, y es, por tanto, corresponsable de las atrocidades vividas por el pueblo de Oaxaca durante ese sexenio del terror”.
Detallaron que entre 2006 y 2007, la represión gubernamental al movimiento social oaxaqueño, organizado principalmente a través de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), implicó violaciones cometidas de manera masiva y sistemática a los derechos humanos en contra de miles de personas, así como la comisión de crímenes de lesa humanidad, como detenciones arbitrarias acompañadas de tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales.
Además de las organizaciones civiles locales, nacionales e internacionales, esto fue documentado de manera oficial en distintos momentos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Comisión de la Verdad creada en el sexenio anterior por el propio gobierno de Oaxaca.
“El pasado de Heliodoro Díaz Escárraga como delegado del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), la peligrosa policía política del régimen anterior, hacen evidente el origen de las tácticas aplicadas por el gobierno ulisista”, agregaron.
Los legisladores de Morena señalaron que más de 10 años después aún queda en la memoria de Oaxaca la tortura, el aire minado por gases y las “caravanas de la muerte”, patrullas armadas de policías y civiles que salían a atacar a fuego al pueblo en resistencia y lo que llevó a éste incluso a cavar trincheras en las calles, como recurso para salvar la vida ante el embate de la represión.
También recordaron que en 2014, el propio Díaz Escárraga presumió desde su cuenta de Twitter un “costosísimo y vistoso” vehículo Porsche como regalo a su hijo, “por supuesto impagable con su sueldo de servidor público de la federación”.
Entonces, señalaron, era titular de la Coordinación Regional Sur del Infonavit, mientras que su hijo, “beneficiario del regalo”, era subdirector jurídico corporativo de Liconsa. “El escándalo costó el puesto a ambos funcionarios”, mencionaron.
“El nombramiento de Díaz Escárraga como delegado de la Secretaría de Gobernación es una afrenta al pueblo de Oaxaca, a la memoria histórica de la lucha de un pueblo contra la corrupción y contra la represión, a los cuerpos torturados, a los desaparecidos, a los asesinados por un régimen absolutista y corrupto.
“El nombramiento de Díaz Escárraga como delegado de la Secretaría de Gobernación implicaría abrir una grieta en las heridas aún sensibles del pueblo oaxaqueño”, sostuvieron.